La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ha renunciado a la escolta de los Mossos y ha decidido encomendar su seguridad al Cuerpo Nacional de Policía, a raíz de unas informaciones sobre la presencia del coche del director de la Policía catalana frente al domicilio del director de Método 3.
En una carta enviada al consejero de Interior, Ramon Espadaler, a la que ha tenido acceso Efe, Sánchez Camacho indica que, conocidos los hechos que se publican respecto al director general de la Policía de la Generalidad, renuncia a la escolta de los Mossos d'Esquadra y expresa su agradecimiento personal a los profesionales que han prestado servicio durante los últimos años.
Añade también a continuación que, en su condición de senadora y presidenta del comité electoral del Partido Popular, necesita el servicio de escolta en toda España. Sánchez-Camacho recuerda al consejero que la dirección general de la Policía de la Generalidad le denegó este servicio de seguridad en nueve desplazamientos durante 2011 y 2012. Sánchez-Camacho finaliza la carta expresando su "profunda estimación y reconocimiento a la profesionalidad del cuerpo de Mossos d'Esquadra".
Alicia Sánchez-Camacho ya solicitó ayer al presidente Artur Mas una explicación "inmediata, clara y concluyente" sobre una información según la cual efectivos de la Policía Nacional identificaron horas antes de la detención del director de Método 3 el vehículo del director general de los Mossos, Manel Prat, en las inmediaciones del domicilio del detenido. Además, el vehículo del director de la Policía catalana habría recogido a una mujer que se acababa de reunir con el director de la agencia de detectives, implicada en un caso de espionaje político.
La dirección de los Mossos lo niega
Por su parte, la dirección general de la Policía de la Generalidad negó ayer en un comunicado que el vehículo oficial del director, Manel Prat, "hubiera circulado o hubiera estado estacionado ante la casa del jefe de la agencia Método 3 en Barcelona", Francisco Marco, horas antes de su detención por los casos de presunto espionaje político.
Sánchez-Camacho indicó ayer mismo, en un comunicado, que, si este hecho se confirmara, "sería inadmisible en cualquier país democrático, provocando una grave crisis de gobierno". "Confío en que el presidente dé una explicación clara, porque las informaciones que vamos conociendo son, día tras día, más difíciles de justificar", añadió la presidenta del PPC.