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Urdangarín no aclara por qué la infanta formaba parte de Nóos

Alegó ante el juez que fue designada vocal porque tenía que cubrir cinco puestos en la directiva, cuando los estatutos de Nóos sólo exigen tres.

La declaración íntegra que realizó Iñaki Urdangarín ante el juez instructor del caso Nóos, José Castro, se ha filtrado a la prensa. En su comparecencia, el duque de Palma aseguró que su mujer, la infanta Cristina, estaba en el Instituto Nóos por "transparencia, comodidad y formalismo". La infanta Cristina no hizo "absolutamente nada" como vocal de la junta directiva del Instituto Nóos, afirmó también.

En su declaración, de unas cuatro horas en los juzgados de Palma el pasado 23 de febrero, Urdangarín aseguró que pensaba que hacían falta cinco personas para conformar la junta directiva del instituto, y él y su ex socio Diego Torres nombraron "a las personas de máxima confianza y máxima transparencia", según la transcripción de 83 páginas.

En dicha junta directiva, Urdangarín fue designado presidente, Torres vicepresidente; la infanta Cristina vocal y el secretario de las infantas, Carlos García Revenga, tesorero, pero el duque de Palma aseguró que no recordaba que dicho órgano se hubiera reunido nunca.

El yerno del rey respondió al juez que el criterio para designar a quienes compondrían la junta directiva de la entidad fue elegir a "personas de confianza" y lo hicieron como un mero formalismo, sin atender a "ninguna función específica". Según Urdangarin, su esposa no tenía "ninguna" función en el organismo: "Era una persona de confianza mía en la junta directiva, simplemente eso, con la voluntad de dar una transparencia y una normalidad a las cosas".

También García Revenga fue designado tesorero por su amistad de más de quince años con Urdangarín, quien aseguró al juez que no recordaba que el secretario de las infantas tuviera "ninguna participación" como tesorero.

Sobre la infanta Cristina y su papel en el caso Nóos, el interrogatorio sucedió así:

Juez: La infanta doña Cristina estaba de vocal, ¿no?
Urdangarín: Sí
J: Según los estatutos del Instituto Nóos, con tres miembros de la junta directiva basta, si son cargos obligado de presidente, secretario y tesorero. ¿Por qué añaden a una vocal?
U: Pues mis asesores cuando me dijeron que había esto, conformamos que iban a ser cinco. Yo siempre he pensado que el formalismo eran cinco, nunca había pensado que eran tres.
J: Tengo aquí el... estará integrada por un mínimo de tres personas. Nadie le impide que haya más, es cierto; estamos de acuerdo, presidente, secretario general y tesorero. Esto es cuando redactan ustedes los estatutos. Luego añaden a su esposa como vocal. ¿Qué hacía su esposa?
U: Absolutamente nada
J: Y si no hacía nada, ¿para qué estaba allí?
U: Le repito señoría, yo siempre he pensado que hacían falta cinco personas para formalizar esa Junta y yo lo hice: nombramos a las personas de máxima confianza y máxima transparencia para ello. Nada más. Es la primera noticia que tengo que con tres ya hubiésemos conformado la Junta.
J: Sí, pero el Estatuto lo hicieron ustedes.
U: Yo no lo hice personalmente.
J: Bueno, lo encargarían a alguien. Algún bufete de abogados lo haría, ¿no?
U: Yo lo que le puedo decir, y me remito, es que yo pensaba que eran cinco y tuviéramos, como decir, que cubrir esos asientos.
J: Pero si el problema no es que haya uno más o dos más.
U: No, ya, me imagino.
J: Es que esos dos más hagan algo que justifique su presencia. Entonces la pregunta es: ¿qué funciones tenía doña Cristina de Borbón en esa junta directiva?
U: Ninguna. Era una persona de confianza mía en la Junta Directiva, simplemente eso. Con la voluntad máxima de dar una transparencia y una normalidad a las cosas. Yo recuerdo que éste fue mi criterio para poder decir que conformábamos esa junta de esa manera.
J: Para la transparencia no es obligado que esté doña Cristina, digo yo. Para crear un área de influencias, sí que es obligado que esté doña Cristina, pero para que haya transparencia...
U: Transparencia, comodidad, vaya, formalismo. Personas que están cerca nuestro y que saben que ésa es la idea, pues la podemos cerrar con ellos, nada más. Esa vacante la podemos cerrar con ellos, no se me ocurrió otra lectura, señoría, a este tema.

No recuerda ninguna Junta

Asimismo, el yerno del Rey afirmó que no recuerda que se celebrara "ninguna Junta" y que "igual no hay libro de actas", siquiera. "No lo sé, este tema yo no lo llevaba, eso está claro".

El juez insistió en saber si el hecho de que figurase el asesor de las infantas y la propia Cristina de Borbón bajo "la especial mención" de 'Consejero Asesor de la Casa de su Majestad el Rey' y de 'su Alteza Real la Infanta', "no era para ganarse un plus de solvencia, de credibilidad para obtener contrataciones públicas y privadas", fundamentalmente las "públicas". "Nunca se pensó en ese criterio, nunca", contestó el duque de Palma. 

Washington y su sueldo en Telefónica

En una parte del interrogatorio el fiscal se interesa por el trabajo de Urdangarín en Washington para Telefónica, sus sueldos y las cuentas que tiene. El duque señaló que trabajaba para Telefónica SA con sede en Estado Unidos y que tenía una cuenta allí. No recuerda el sueldo que cobraba, para sorpresa del fiscal, pero cree que "debía estar cobrando 350.000 euros". Además de una casa que le facilitaba la empresa, "como cualquier expatriado de Telefónica".

El dinero ahorrado por ese trabajo durante los años 2009, 2010, 2011 está en unas cuentas en España, en concreto en La Caixa y "sigue quedando la cuenta de Estados Unidos abierta con un pequeño permanente". Por otro lado, el yerno del Rey señala que la empresa le "facilitó un dinero para poder volver a España: no sé si fueron 200.000 euros".

Asimismo, interrogado por ello, Iñaki Urdangarín afirmó que la infanta seguía trabajando para La Caixa y que "cobraba aquí en España". Ahora mismo "tenemos tres cuentas bancarias, una a nombre de doña Cristina, otra a mi nombre y otra conjunta, que es donde tenemos los gastos comunes de casa. Su nómina la recibe en la cuenta suya. Y tenemos una cuarta cuenta que es la póliza de crédito de La Caixa. Ella cobra su dinero en la suya, la conjunta es en la que tenemos el dinero, pues un poco de gastos comunes, y luego está la póliza de crédito". El importe global "no llegará a 80.000 euros", dice. La fianza que tiene que hacer frente junto a su exsocio, Diego Torres, asciende a 8,1 millones de euros. Negó tener cuentas en Suiza y aseguró llevar seis meses sin pagar las cuotas de la hipoteca.

Aizoon, sus empleados y las nóminas

Urdangarin justificó ante el fiscal haber facturado y cobrado a través de Aizoon su participación en los consejos de administración de las empresas Abas Sport, Mixta África, Motorpress Ibérica, Altaris, Aceros Bergara y Pernod, y no como persona física, por el hecho de que algunos de los empleados de Aizoon le ayudaron a buscar información en internet para asesorar a esas compañías.

El duque de Palma no explicó con claridad qué clase de trabajo desempeñaban esas personas y por qué en un correo electrónico intervenido en un registro se le consultaba cómo pagar la diferencia del IRPF de dos de los empleados de Aizoon, sus sobrinos Jan y Lucía Gui Urdangarin, como si no hubieran cobrado ninguna nómina real: "No quiero quitarme de esto, pero yo no entiendo de esta materia", aseguró. Ante la pregunta directa de si no "ennegrecían" el dinero de esas nóminas para que se lo quedara él, Urdangarin respondió que no es consciente de que fuera así y que contaba con asesores, que él no se ocupaba de eso. "Si encuentra alguna anomalía que no esté bien, yo no tengo ningún problema en regularizar lo que tenga que hacer, pero siempre he creído que he hecho las cosas bien", declaró.

"Me fui yendo" de Nóos

En otro momento de la declaración, el juez le preguntó si "rompió relaciones directas" con el instituto Nóos en 2006. "No, me fui yendo, porque había, supongo, cosas por concretar", dijo el duque de Palma. Ante la insistencia del juez, el duque indicó que en ese momento es "cuando intervino el Conde de Fontao", de quien recibió "unas recomendaciones". En concreto, se le pidió "no ostentar ningún cargo de Presidencia, no liderar ningún proyecto, no tener relaciones comerciales a largo plazo, societarias con el señor Torres y apartarme en lo que sean contrataciones con la Administración Pública".

Como en el caso de Nóos, Urdangarín se desmarcó de todas las gestiones de su siguiente destino, la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. Él sólo estaba en "contacto" con "las causas sociales y con los deportistas", la "parte bonita", como él lo califica. No podía "liderar" la fundación por indicación de Fontao, insiste.

Trabajó "gratis" por Madrid 2016

En su declaración, Urdangarín también aludió a los cobros de Madrid 2016 y a su relación con Mercedes Coghen, consejera delegada de la candidatura olímpica. El duque admitió su relación de amistad con Coghen y reuniones con ella, y reconoció que Coghen le pidió "a nivel particular" que hiciera labores de lobby con miembros del comité olímpico. Pero dice que no cobró "nada". Cuando el juez le preguntó por los 144.000 euros que se pagó a su fundación el duque insistió, con un matiz: "Yo personalmente no he cobrado nada". Sí apuntó que la fundación recibió dinero por otros estudios sobre integración social pero desvinculándolo de sus gestiones a favor de la ciudad madrileña.

La reunión en Zarzuela

Las negaciones de Urdangarín resultaron especialmente enfáticas cuando se trataba de temas relacionados con la Casa Real. Así ocurrió con las preguntas sobre la reunión que supuestamente habrían mantenido en 2004 en Zarzuela con Rita Barberá y Francisco Camps para hablar de Valencia Summit. El duque niega que existiera tal reunión y dijo desconocer si se registra la entrada de personas ajenas a la residencia real. "Pero señor, por favor, usted habrá ido con alguien a la Zarzuela, ¿sabe si a ese acompañante le han tomado nota?", le preguntó el juez. Urdangarín finalmente reconoció que "toman nota a todo el mundo".

Su "amigo" Revenga

En cuanto al papel de Carlos García Revenga, Urdangarín indicó que sólo le preguntaba "cosas puntuales, como amigo mío, como persona que está alrededor mío". "Me ayudó en los primeros comienzos (...) y posteriormente la química que teníamos ha servido para que él me cuente sus situaciones y yo le cuente las mías", añadió el duque, que contó que consideraba "bueno" su criterio y que iba a "velar" por que le "salieran bien las cosas".
 
Revenga estaba citado a declarar después y a eso apeló el duque cuando se le preguntó si el secretario de las infantas informaba al Rey de sus actividades. Cuando el juez le preguntó si el duque informaba de su trabajo a la Casa Real lo negó contestando que eran "actividades mías privadas".
 

Las cuentas de la infanta

Buena parte de la declaración de Urdangarín se ocupó de los posibles delitos fiscales que se le imputan. El duque de Palma alegó no saber nada de la gestión tributaria de sus negocios y dijo que los detalles los conocían los asesores fiscales: "En materia fiscal me fiaba de sus consejos y seguía sus directrices, para eso les contrataba". En un momento, el juez le preguntó por las cuentas de la infanta Cristina y la razón por la que estaba autorizada en ellas Ana Isabel Wang Wu, la mujer de Carlos García Revenga. A la pregunta de "qué pinta" en las cuentas de su esposa, Urdangarín relata que "durante años estuvo gestionándolas" porque "se conocen desde hace muchísimos años".

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