El Museo del Prado cuenta con tres bodegones de fines del siglo XVIII y uno del XIX que fueron propiedad del extesorero del PP, Luis Bárcenas. Según informa El País, estas obras llegaron a la pinacoteca en 2006 junto a otras 36 piezas de la llamada colección Naseiro, fruto de un acuerdo del Gobierno con el BBVA para el pago de una deuda tributaria a cambio de la entrega de los cuadros.
Uno de los argumentos que Bárcenas utilizó el pasado lunes ante el juez Ruz para justificar su fortuna fue el de la compraventa de obras de arte. Para probar que lo que decía era verdad, aportó al juzgado dos documentos manuscritos de sendas operaciones en las que vendió y compró cuadros: en una de ellas obtiene 255.000 pesetas por la venta de cuatro bodegones -1.536 euros- a Rosendo Naseiro –también extesorero del PP, que abandonó el cargo en 1990 tras verse envuelto e imputado en un caso de financiación ilegal del partido que fue archivado- y en la otra compra un cuadro por 9.000 euros.
Los bodegones fueron vendidos en un momento en que se empezaba a destacar el valor pictórico del género del bodegón con una exposición que organizó el Museo del Prado titulada Pintura española de bodegones y floreros de 1.600 a Goya. Las obras cuelgan todavía hoy de las paredes de la pinacoteca. La más valorada es Besugo, de Bartolomé Montalvo. Los tres cuadros restantes son Florero con rosas y flor de almendro, de Santiago Alabert; Florero con rosas y jazmines, del mismo autor, y Plato de dulces, de M. Parra.
Se da la circunstancia, sin embargo, de que la UDEF no encontró rastro alguno de Luis Bárcenas en los negocios de compra y venta de obras de arte. En cualquier caso, las operaciones que justificó el extesorero ante el juez supondrían unos ingresos muy alejados de la fortuna que guardó en Suiza.