El departamento que dirige José Ignacio Wert no ha tardado en reaccionar ante la nueva sentencia del Tribunal Supremo sobre la inmersión lingüística en Cataluña. A través de una nota de prensa, Educación considera que el fallo "avala la doctrina recogida en la LOMCE" sobre las lenguas cooficiales.
"Las conclusiones generales (de la sentencia) son las mismas que llevaron a introducir un artículo en la LOMCE (Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa) para aclarar esta cuestión", señala.
Y recuerda que dicho artículo recogido en la nueva reforma educativa "establece que las comunidades autónomas tienen el derecho a proteger su lengua cooficial en su sistema de enseñanza, pero dentro de unos límites que significan que el castellano no sea excluido como lengua vehicular. Además que para entender que el castellano no es excluido deben ofrecer de forma razonable la opción de una enseñanza en la que aparezca también el castellano como lengua vehicular".
No lo ve así la Generalidad de Cataluña, que tan pronto como se hizo público el fallo del Tribunal Supremo exigió a Wert a "cambiar de mantra". Lo hizo de boca de la consejera catalana de Educación, Irene Rigau, que salió presurosa a apuntarse este tanto.
Poco después fue el propio presidente de la Generalidad, Artur Mas, el que manifestó su satisfacción. "Celebro mucho esta resolución porque viene a decir que el modelo no hay que tocarlo y a partir de aquí los temas individuales tienen que tener respuesta individual sin perjudicar un modelo amplísimamente aceptado por la sociedad catalana". Y añadió: "Esto que dice el Tribunal Supremo es lo que hemos defendido siempre en Cataluña de manera mayoritaria. El sistema ya prevé la atención diferenciada a las muy pocas familias que piden atención en castellano, pero el modelo general no puede ser que cada uno escoja su lengua, hay que garantizar la cohesión cultural y social".