Y lo hará precisamente el 28 de febrero, día de Andalucía, un día institucional de todos los andaluces y tras 31 años de gobiernos socialistas que nunca salieron a la calle por razones similares. Pero sí lo hará, del brazo de Izquierda Unida y de los sindicatos afines, UGT y CCOO, para protestar contra el PP, que es el partido que ganó las elecciones en Andalucía y en España.
El País lo expone de este modo: "Los veteranos del PSOE no recuerdan cuándo fue la última vez que participaron en manifestaciones el 28 de febrero, entre otras cosas, porque nunca asistieron a ellas en los 31 años que llevan en el poder. La celebración del Día de Andalucía siempre ha estado dominada por los actos institucionales organizados por el Parlamento y Gobierno autónomos y no por las marchas reivindicativas, salvo las convocadas por organizaciones minoritarias con escaso éxito de convocatoria."
Diario de Sevilla cuenta que "el Ejecutivo autonómico va a echar el resto en los días previos a la celebración del 28-F, fecha para la que está intentando de inyectar en los andaluces el "mayor espíritu reivindicativo posible". Algunos de sus miembros más notables vienen dedicándose desde hace semanas a transmitir que es necesario hacer de la efeméride una piedra de toque con la que poner de manifiesto la defensa de la autonomía ante lo que se considera una agresión por parte del Gobierno de Mariano Rajoy".
La situación de Andalucía, a la cola de los indicadores del bienestar desde 1982 hasta el momento e ininterrumpidamente, apenas ha cambiado relativamente a España y a las regiones más prósperas de Europa y el propio país. El paro ha ido creciendo desde 2008 de manera salvaje hasta la tasa del 36 por ciento, que es donde se sitúa en estos momentos.
El mismo diario de Prisa recuerda que "ni UGT ni CCOO han sacado nunca las pancartas el Día de Andalucía". ¿Por qué ahora sí?
La respuesta sindical parece señalar que todos los males andaluces nacieron con el gobierno del PP de Mariano Rajoy: "Nunca se han dado las circunstancias que se dan en estos momentos. O los andaluces demostramos que estamos aquí o corremos el riesgo de quedarnos atrás en esta crisis. La situación de Andalucía es dramática y puede ser terrible durante décadas cuando decidan que ha pasado la crisis", afirmaba el secretario general ugetista, Manuel Pastrana.
El líder andaluz de Comisiones Obreras expresa el siguiente dilema: o el gobierno andaluz sale a la calle y se pone al frente de la manifestación o los ciudadanos andaluces irán a manifestarse a las puertas de la sede del gobierno andaluz.
El director del Instituto de Estudios Sociales Avanzados(el CIS del gobierno andaluz), Eduardo Moyano, explica con toda claridad que el PSOE sale a la calle porque "tiene que reafirmar su reivindicación ante el Gobierno de Rajoy para que la gente perciba que el deterioro de los servicios públicos es culpa de los recortes que hace el Gobierno central". Y añade que además tiene que competir con IU en el mismo espacio político: "No puede dejar el protagonismo de la calle en manos de su socio de gobierno".
Toda la estrategia de las izquierdas andaluzas, las políticas, las sindicales y las sociales, pasa, pues, por cargar sobre la espalda del gobierno Rajoy todos los recortes a que se han visto obligadas a hacer debido muy especialmente a la situación económica andaluza que la propia izquierda ha gestionado los últimos 30 años.
De este modo, los partidos del gobierno andaluz, que controlan uno de cada cinco euros de los que componen el PIB andaluz se echan a la calle contra el principal partido de la oposición de Andalucía, partido que, al tiempo, controla el gobierno de España por mayoría absoluta.
Por ello, toda la "coalición" de gobierno en Andalucía lleva días calentando motores para impedir que la demostración de fuerza resulte ser, finalmente, un parto de los montes. Por ello, el vicepresidente Valderas, líder de IU, habla de reconquista de derechos y de las plagas (reformas) del Gobierno Rajoy: de las relaciones laborales, del sistema financiero, de la Justicia, de los servicios públicos, de la Sanidad y de la Educación, y la de la Administración local.
Por su parte, el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, reclamó a los jóvenes de la formación que participen como catalizadores de una revolución pacífica el próximo 28 de febrero.