No habrá marcha atrás. Lejos de recular, Alfredo Pérez Rubalcaba exigirá de nuevo la dimisión de Mariano Rajoy en el debate más importante y esperado del año, el Debate del estado de la Nación. Según fuentes socialistas, porque "carece de la autonomía necesaria para afrontar adecuadamente la crisis económica, política, social y territorial que atraviesa España". Y "es incapaz de sacudirse la sospecha que pesa sobre él y sobre el PP" a raíz de las informaciones conocidas sobre el ex tesorero del PP Luis Bárcenas.
Su discurso, que comenzará a las 16:00 de este miércoles, se centrará sin duda en la corrupción política y en los casos que asolan al PP. Intervención preparada con esmero desde la cuarta planta de Ferraz donde Rubalcaba se ha recluido en las últimas 48 horas desglosando cada aspecto de la crisis en la que ha fallado el Gobierno de Rajoy, marcado por el precedente de que "nunca antes un Gobierno se había deteriorado tanto en un solo año".
Así se lo dirá a Mariano Rajoy desde la tribuna de oradores donde también lanzará "respuestas y propuestas" a cada uno de los problemas actuales: creación de empleo, con un gran acuerdo nacional por el empleo; mejora de la democracia; lucha contra la corrupción y mejora de la convivencia; y, por último, garantizar la transparencia a través de mecanismos como la iniciativa parlamentaria con la que pretenden "homologar las declaraciones de renta, bienes y patrimonio" que dará lugar a la publicación definitiva de las rentas socialistas.
La realidad es que no habrá, en principio, nada nuevo bajo el sol en la intervención de un secretario general del PSOE que ya quemó sus cartuchos la semana pasada en la sesión de control la dimisión del presidente del Gobierno. "Que renuncie, que se vaya", le dijo entonces y se lo volverá a decir junto a una retahíla de reproches que incluyen desde el "desprecio al diálogo y al Parlamento" -por haber sumado a esta gran cita parlamentaria el último debate del Consejo Europeo-; y la ruptura de todos los grandes consensos desde la Transición legislando unilateralmente "a golpe de recortes".
No será la única petición de dimisión que se escuchará en la cámara baja. IU, ICV y ERC fueron algunos de los que se aventuraron el pasado miércoles en sus exigencias. La izquierda del arco parlamentario se quedó así sin as bajo la manga, pues el siguiente paso natural a la dimisión del presidente del Gobierno sería la presentación de una moción de censura inviable. En el lado de IU, porque no cuenta con los 35 diputados necesarios para presentarla; y en el del PSOE, porque no habría formar de consensuar un candidato alternativo al Gobierno que ni siquiera tienen en la oposición.
Rubalcaba se limitará por tanto a defender su "oposición útil, firme y contundente" frente a las políticas "más de derechas" pero, a la vez, "responsable con el país y los españoles", dicen fuentes de la dirección del PSOE.