A Rubalcaba le llueven tortas hasta en 'El País'

La portada de El Mundo parece una ciénaga de corrupción. Ana Mato y Jesús Sepúlveda: "Tú en el juzgado... y yo en el escaño"; "El fiscal pedirá que se juzgue a Blanco por tráfico de influencias"; "El micro que contrató Zaragoza estuvo activo durante un mes". Un desastre. No obstante, el verdadero protagonista es Rubalcaba a causa de la perra que tiene con pedir la dimisión de Rajoy sin ton ni son. "Rubalcaba exige que Rajoy dimita. ¿Por qué? Nadie lo sabe", dice Arcadi Espada flipado. Pedro J. cree que hoy hasta se ha merecido su editorial principal. "Ha gastado ya el arma más contundente que tiene la oposición contra el Gobierno", el atontado. Y además, "carece por completo de autoridad moral para pedir su dimisión porque tiene en su armario demasiados cadáveres".

El País le tiene bien hincado el diente a Bárcenas y no lo suelta. Hoy se ha ido a Magistratura a que examinen su finiquito porque quieren demostrar que seguía a sueldo del PP. "Empleo y laboralistas ven ilegal un finiquito como el de Bárcenas. Los pagos a la Seguridad Social implican una relación laboral".

Cuenta también en su portada que "Siete imputados en el caso Gürtel han regularizado casi 10 millones de euros". Claro que hay que irse a la página 16 y leer toda la información de Fernando Garea de ‘pe’ a ‘pa’ para enterarse de que "cinco de ellos se acogieron a él cuando gobernaba todavía el PSOE". Qué cabecita, qué cabecita.

Y hoy Rubalcaba por fin se merece una página enterita en su periódico de cabecera. Para ponerle a caldo, eso sí. "Rubalcaba a Rajoy: "Renuncie porque es lo mejor para España", titula. A Garea le recuerda cuando Aznar le decía a Felipe González aquello de "Váyase, señor González". Pero "en 1994 había un gobierno muy débil y casi en fase terminal tras 12 años en La Moncloa" mientras que "ahora el ejecutivo tiene una mayoría absoluta lograda hace apenas un año y medio". Encima "Aznar eligió la expectativa y los focos de un debate sobre el estado de la nación, mientras Rubalcaba ha tirado en una sesión menor de control al gobierno la bomba atómica que los líderes de la oposición se reservan como máximo para una sola vez en cada legislatura. El efecto se reduce así al mínimo y se banaliza la petición de dimisión". Torpe, que eres un torpe viene a decir. "Rubalcaba ha conseguido que el título de su intervención de la próxima semana no sea la petición de dimisión".

Si El País oculta las regularizaciones de Zapatero, ABC las grita a los cuatro vientos. "Zapatero regularizó a cinco imputados de Gürtel". Con ese bofetón, "el PSOE pierde de forma estrepitosa el discurso de que el PP había ideado esta amnistía para beneficiar a sus amigos". Y es que "el PSOE está cuidando poco sus expectativas para volver a gobernar (...) La campaña de desprestigio contra Rajoy tiene igualmente ese sesgo de pura cacería a la desesperada". Ya lo dice Jaime Gonzalez. "El PSOE rebosa ansiedad; de ahí sus prisas. En lo que llevamos de legislatura ya ha pedido la dimisión de Rajoy, Wert, Gallardón, Báñez, Montoro y Mato". Avariciosos.

La Gaceta extiende un manto de sospecha sobre Gallardón. "La sombra de Urdangarín", titula bajo una foto del ministro de Justicia. "El Poder Judicial exige explicaciones al juez Castro por investigar en Madrid la relación de Ruiz Gallardon con el duque de Palma". A La Gaceta le viene un tufillo... "Da la sensación de que el CGPJ más cercano a Gallardón está tratando de poner trabas a la investigación del juez Castro una vez que ha salido a la palestra el nombre de su jefe". Y no es por pensar mal.

La Razón de hoy se parece una barbaridad a El País. Abre su portada con Bárcenas. "Los peritos apuntan a que la letra es de Bárcenas, pero no descartan que los papeles se fabricaran". Y además opina lo mismo sobre el atolondrado Rubalcaba. "El presidente era un hombre noqueado en 1994 cuando Aznar le espetó el célebre ‘váyase señor González’ contra un socialismo agonizante en un océano de corrupción y crisis económica sin control" pero Ruba se ha "precipitado emulando el momento" a tontas y a locas, hala, como elefante en cacharrería.