Poco a poco van trascendiendo más datos sobre la rocambolesca historia de espías en la que estarían implicados el PSC, Alicia Sánchez Camacho y la exnovia de Jordi Pujol Jr. Este miércoles, El Mundo ha publicado que el restaurante donde acudieron a comer en el que se hicieron las grabaciones, La Camarga, es propiedad de un amigo de la detective encargada del operativo. Ésta, a su vez, mantendría una estrecha amistad con José Zaragoza, el secretario de Organización del PSC y quien supuestamente habría ordenado la escucha, según el diario.
Zaragoza ha vuelto a desmentir las informaciones pero sí ha reconocido que su partido contrató a la empresa para otros cometidos. Según ha indicado, fueron cuatro actuaciones de protección y seguridad de la sede del partido -auditorías de seguridad y barridos por despachos-, entre 2009 y finales de 2011.
Como ha recordado José García Domínguez en esRadio, éstos no fueron los únicos encargos de los socialistas. En 2007, con José Montilla ocupando el cargo de presidente de la Generalidad, trascendió que el gobierno catalán había pedido a dicha agencia de detectives un informe sobre el cultivo de la avellana.
Su dudosa utilidad se unía al de otros informes encargados desde el Gobierno de Montilla, tales como "Análisis del grado de hibridación entre la codorniz común y la codorniz japonesa" o "Informes sobre la concha brillante en Cataluña". Su importe, que en la mayoría de los casos no hacía necesario un concurso, llevó al sindicato Manos Limpias a denunciarlo ante la Fiscalía al detectar indicios de malversación y prevaricación. A ello se sumó una comisión de investigación en el Parlamento catalán. Sin embargo, ningún dirigente político asumió responsabilidad alguna ni fue procesado por estos hechos.
Pero el informe de las avellanas no es más que la punta del iceberg de los trabajos de esta agencia de detectives, que se presenta a sí misma como la empresa "número uno del país" y cuyo nombre ha salpicado distintos casos relacionados con el espionaje en los últimos años. Uno de los primeros fue el que tuvo como protagonista al exespía, Francisco Paesa. Método 3 fue la agencia que lo descubrió en Francia después de que se le hubiera dado por muerto en Tailandia en el verano de 1998. Paesa fue el encubridor de Luis Roldán hasta que se lo entregó al entonces ministro Belloch, a cambio de parte del dinero que había robado el exdirector de la Guardia Civil.
Sus detectives también trabajaron en otros casos sonados. En 2009, estuvieron detrás del espionaje a cuatro vicepresidentes del FC Barcelona por encargo del director general del club, que denominó estas prácticas en su día como "auditoría de seguridad" y alegó que buscaba comprobar si los posibles sustitutos de Laporta estaban siendo espiados. La agencia también apareció en el caso del espionaje a Ignacio González, aunque la empresa lo negó, y sus servicios fueron contratados por los padres de Madeleine MacCann para tratar de encontrar a su hija.
La agencia, de carácter familiar, fue fundada en 1985 por Marita Fernández Lado. No todo han sido casos y encargos relevantes. En 1995 se vio envuelta en un escándalo de escuchas ilegales y Fernández Lado, su marido y su hijo fueron detenidos en el despacho por practicar pinchazos telefónicos de encargo, a cambio de grandes sumas de dinero, con la complicidad de dos empleados de Telefónica.