"Benedicto XVI rompe la tradición de que el Papa muere en la cruz", dice El Mundo con un deje de reproche. Pero es que el pobre era un "pastor entre demasiados y temibles lobos", y claro, cualquiera aguanta. Dice Pedro J. que "la dimisión del Papa humaniza su figura y demuestra que el poder debe ser siempre temporal y limitado", a ver si aprenden nuestros políticos. "Es también una lección de humildad y realismo, puesto que ese reconocimiento expreso de que le empiezan a faltar las fuerzas contribuye a acercar su figura al resto de los mortales". A Lucía Méndez le maravilla que el hombre vaya a dedicarse "a la oración y a la vida contemplativa. Todo un modelo de renuncia al poder terrenal. Su ejemplo es justamente el contrario de lo que se da por aquí. Nuestros grandes líderes y lideresas casi nunca renuncian ni dejan de dar la lata a sus sucesores", dice poniendo como ejemplo a Esperanza Aguirre. "Nadie se la imaginaba en un convento como Ratzinger, pero desde que dimitió no para de hablar, salir, entrar, declarar, enredar".
Ya en el mundanal ruido, dice El Mundo que "Cospedal despide a Sepúlveda para dar ejemplo de firmeza contra la corrupción". ¡Anda!, pues sí que se le podía despedir. Según Floriano era el único español al que no se le podía echar de su trabajo de ninguna de las maneras. Pedro J, que no deja pasar una, aprovecha y pide, ya puestos, "la destitución o dimisión de Ana Mato".
"Benedicto XVI, solo y sin fuerzas, renuncia por sorpresa a su pontificado", titula El País. E insiste en el subtítulo. "El Papa renuncia acosado por la enfermedad y las intrigas". Y dale. "Un papa viejo y solo". ¿Se han enterado ya los lectores? Que estaba hecho un guiñapo y nadie le quería. En el editorial, aunque les caía gordo, alaban que se haya retirado con "dignidad y verdad". "Ha cumplido con las expectativas de todos los que esperaban el inmovilismo de la ortodoxia". O sea, que no ha legalizado ni el aborto, ni el divorcio, ni los matrimonios gays, ni nada de lo que va en contra de la Iglesia Católica, el carca. Y eso que era el Papa. Eso sí, le aprueban su actitud con la pederastia, que "ha molestado a los sectores más radicales". Lo mismo fue por eso "su creciente aislamiento en el Vaticano". Pues nada, concluyen, "que sepan elegir sabiamente al nuevo pontífice".
De vuelta a este mundo cruel, tampoco lo de Sepúlveda le merece elogios al PP en este periódico. "El PP despide al ex marido de Mato para proteger a la ministra", que estos fachas no pueden tener nunca una buena intención. Y mientras, "el PSOE descarta por el momento publicar las rentas de Rubalcaba y su cúpula", que con todo lo que han rajado de Rajoy lo mismo nos enteramos de que Rubalcaba también está forrado.
ABC titula: "El Papa libre". Opina lo contrario que El País. "En estos años de pontificado, Benedicto XVI desarboló los tópicos con los que fue recibido, incluso por algunos sectores del catolicismo como el representante del integrismo católico". El director, Bieito Rubido, cree que "el humilde labrador de la viña del Señor está muy agotado" y por eso se va. Y como en este tipo de noticias siempre tiene que haber un listo que ya lo sabía, en este caso es Francisco Vázquez, embajador de España. "No es una sorpresa". Será para usted, señor Vázquez, el resto nos quedamos con la boca abierta.
En La Razón se han quedado "huérfanos del Papa". Cuenta que "tomó la decisión el pasado marzo tras su viaje a Cuba" y "renuncia por falta de fuerzas". En el editorial nos dicen que nos quería mucho. "El hecho de que en solo siete años visitara España en tres ocasiones revela la predilección del Santo Padre por una nación con hondas raíces cristinas". Y Marhuenda manda un aviso navegantes. "Ha sido una renuncia muy meditada que sienta un precedente para sus sucesores".
La Gaceta dice que "la iglesia" se ha quedado "en manos del Espíritu Santo" y no hay que preocuparse. Además, "una cosa es la realidad viva de la fe cristiana y otra distinta son los vaivenes de la política vaticana (...) el Papa renuncia, pero la iglesia seguirá viva hasta el final de los tiempos". Así que a ellos lo que haga el Papa se la trae al pairo.