El Mundo, por ejemplo, dedica su principal titular a los últimos datos de la encuesta que ha estirado durante todo el fin de semana. La cosa no es que se sea demasiado sorprendente, quizá abrumadora por el tamaño de la mayoría: "Un 84% cree que el juez debería imputar a la Infanta Cristina".
Nos gusta mucho más, sin embargo, el segundo tema de la portada: el PSC espiando la conversación entre Sánchez-Camacho y la novia de Jordi Pujol Ferrusola. Es decir, que los dos grandes partidos sabían los "negocietes" que se llevaban el hijo del Molt Honorable. Hasta nos ofrecen la imagen de la señora, que por cierto pinta muy bien, saliendo de la reunión.
El titular más llamativo del diario, no obstante, está en la sección de deportes y en la página que analiza con detalle el golazo de Cristiano Ronaldo. La cosa nos da respuesta a una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿qué porcentaje de grasa tiene el cuerpo del madridista? Pues un tres por ciento menos que un modelo, ahí queda el dato.
Y otra cosa que llama la atención, pero en clave de ausencia: ni una palabra en la primera plana del periódico de Unidad Editorial sobre la pitada al Rey. Uno de esos silencios que da que pensar.
El País dedica su principal titular a las propuestas anticorrupción de Rubalcaba, pero lo hace con desgana, lo que no deja de ser lógico si se tiene en cuenta que todos las hemos leído u oído como quien oye llover.
Sí que da noticia el periódico los "denominados papeles de Bárcenas" de la "monumental" pitada al Rey, pero lo hace sólo en un pie de foto y dentro de la información más deportiva. Un ni sí ni no, para que nos entendamos.
Pero lo que más nos gusta del diario de Prisa este lunes es el empeño que tienen en hacerle la campaña a Esperanza Aguirre. La lideresa popular, que parecer estar de vuelta sin volver del todo, viene ocupando titulares desde hace unos días y todos hablan de ella como la que denuncia la corrupción, la que pide regeneración o la que molesta a Rajoy. Vamos, que no sabemos cuál de las tres cosas está mejor vista a día de hoy.
En ABC la pitada es "al Himno", tal y como nos dice una portada en la que la imagen es para Juan Carlos Navarro levantando el trofeo y el Rey aplaudiendo. La cosa llama todavía más la atención en el interior, donde el titular no sólo es contradictorio con lo realmente ocurrido, sino también con la propia noticia.
Así, si usted lee una noticia titulada "otra rabieta con el Himno" encontrará en su interior que "la entrada en el palco del Buesa Arena de su Majestad el Rey llegó acompañada de una sonora pitada y abucheos (...) la grada continuó con la bronca durante la interpretación del Himno Nacional".
La Razón elige para abrir su portada un tema propio de cierto interés, aunque tampoco estará entre las grandes sorpresas del año: "La cúpula de Afinsa se repartió 16 millones en dinero negro". Blanco, blanco del todo ya nos imaginábamos que no era todo el dinero de Afinsa, la verdad.
Para el periódico de Planeta la pitada al Rey, que sí aparece en portada, es "bochornosa", y también se comentan las "banderas independentistas y pancartas a favor de ETA" que se vieron en el pabellón.
La imagen, eso sí, para un Rubalcaba que se parece cada vez más a la caricatura que de él hace Montoro (el bueno). "Y ahora le toca a usted", es el titular que reclama para el líder de la oposición el "destape" económico que, se supone, ha hecho el presidente del Gobierno con sus declaraciones de la renta.
Cerramos nuestro repaso con La Gaceta, con una de esas imágenes escalofriantes de un hemiciclo del Congreso en el que sólo hay dos diputados que, además, tienen toda la pinta de esta allí porque no tienen nada mejor que hacer. "El sueldo por el que sus señorías no pagan impuestos", es el titular de un reportaje sobre las dietas exentas de tributación.
En la primera página del diario de Intereconomía, por cierto, la pitada "al Rey y al Himno" es "sonora". Un calificativo objetivamente neutro.
Finalmente, no se pierdan la reflexión de Julio Echevarría sobre la nueva estrella de la prensa de progreso: Ada Colau, esa mujer que ha llegado a la fama por no pagar sus deudas.