El Mundo cuenta hoy que "Bárcenas utilizó a Sanchis (otro extesorero del PP) para vaciar su cuenta suiza". Y además, "la tesorera del PP interrogará a la cúpula del partido sobre el dinero B" del otro tesorero. Vamos, que todo queda en casa. A Pedro J., siempre tan desconfiado, le corroe una duda: si la tesorera Carmen Navarro "tendrá la suficiente autonomía y respaldo del propio Rajoy para llevar a cabo su labor sin interferencias". Pues claro, Pedro J., pues claro.
Tampoco se libra hoy el PSOE de las sospechas de Pedro J. "Los contratos de la Fundación Ideas son inmorales y veremos si ilegales" porque está "subvencionada por el estado con dinero de todos. Las facturas son disparatadas" y "podríamos estar ante pagos ficticios con la intención de vaciar la fundación, ya se verá si para sobresueldos de algunos o para financiar el partido. Y eso sería ilegal".
El País ha incluido en nómina a un exdiputado del PP que sabe lo de los sobres que denunció El Mundo, que ya no es ese periodicucho que se inventa cosas feas de Pujol y Mas para fastidiar. Ahora El Mundo es el paradigma de la verdad verdadera. "De los sobre sueldos debió quedar constancia en la contabilidad", les ha dicho este exdiputado. El editorialista se ha levantado de lo más susceptible y todo le parece extrañísimo. "Cospedal se expresó de un modo extraño sobre las investigaciones judiciales en curso, que le parecen la prueba de que las instituciones funcionan al margen de quién está gobernando y sin ningún tipo de presión. No faltaba más: ¿insinúa que el Gobierno podría hacer otra cosa?". No, por Dios, quién iba a pensar una cosa así en este país impoluto. "También prometió la expulsión inmediata de las personas del partido que hayan podido enriquecerse de forma ilegal, como si eso fuera un asunto interno y no algo denunciable de inmediato a la justicia" dice el periódico de Prisa. Ay, que me da la risa floja. "No menos extraño fue el anuncio de la comparecencia de Montoro, como si eso sirviera de cortafuegos", dice. Sí, es todo raro rarísimo.
"Luz y taquígrafos. Rajoy anuncia auditorías internas y externas en el PP para zanjar las especulaciones", anuncia ABC henchido de orgullo. Y tras la conversión de El País, le toma el relevo en sus dudas sobre las informaciones de El Mundo. "Si alguien dispone de datos concretos relativos a sobres con dinero negro debe aportarlos de inmediato", porque "acusar sin pruebas no es de recibo". "No basta el soporte mediático ni el testimonio más o menos impreciso de algún exdirigente de segundo nivel", dice en referencia al exdiputado de El País.
Edurne Uriarte dice que lo que pasa es que somos todos unos hipócritas y unos corruptos. Lo relevante del asunto que nos ocupa es "la hipocresía de esa sociedad que aplaude frenética toda condena de la corrupción política pero arruga el gesto cuando se le recuerda que la corrupción social es la misma (...) Por ejemplo en el sistemático engaño a Hacienda de una buena parte de los ciudadanos", ja, a ver quién es el listo que se atreve. "O de esos miles de españoles que han seguido cobrando la dependencia de los familiares muertos", que son los principales culpables de la degeneración y del saqueo a las arcas del Estado. ¡Corruptos, que sois unos corruptos! "El sistema empieza por los propios ciudadanos", sermonea la tertuliana que opinaba en la televisión pública sobre la gestión del ministro Wert mientras estaba casada con él.
La Razón se rinde a los pies de la "TransPParencia" y le hace un homenaje en forma de titulares. "Primer partido político que encarga una auditoría externa". "Los barones del PP defienden que la verdad se conozca cuanto antes, afecte a quien afecte". Rajoy les habrá mandado hoy un azucarillo extra. "Rajoy ofrece a los partidos un pacto anticorrupción". Ely del Valle también quiere ver para creer. "Sobre los sobres, la presunción de inocencia debe prevalecer mientras no haya pruebas fehacientes más allá de una acusación en titulares que todavía están por ver". Hijo, Pedro J., no te hagas de rogar.
En La Gaceta, Jorge Bustos dice que somos unos envidiosos. "El cabreo popular no es inocente. El personal tolera un índice razonable de corrupción en sus representantes porque sospecha con secreta confesión a sí mismo que él tampoco tendría los santos cojones de rechazar el sobrecito de Luis el Cabrón si supiera que jamás iban a pillarle. Cuando el pueblo se arruina, el índice de tolerancia baja, pero no se debe a que ha crecido su exigencia moral, sino que ha menguado su buen humor". Así que venga, un sobrecito para cada uno y todos amigos, que se nos está poniendo una leche...