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La dirección del PP, sobrepasada y bloqueada, se limita al "no me consta"

"No me consta" la financiación irregular. "No me consta" el despacho, aunque sí "un pequeño cuarto con papeles". "No" tiene secretaria.

El Partido Popular revive en Almería los peores momentos de la crisis surgida por la trama Gürtel. A la espera del golpe en la mesa que muchos esperan de Mariano Rajoy, que tomará la palabra este sábado en una Intermunicipal en la que los cargos huyen de los medios, la dirección nacional se mostró completamente sobrepasada y bloqueada ante el aluvión de datos para sonrojo interno. Algunos miembros de la cúpula llegaron a tener que declarar que "jamás" han cobrado en un sobre, en voz de Esteban González Pons.

Atrás quedó la consigna de que Luis Bárcenas “ya no es del PP” y, en consecuencia, sus actos no afectan a las siglas. Tuvo “mucho control” durante “muchos años”, admitieron a este diario miembros de la cúpula el jueves. Tanto que, según El Mundo, pagó sobresueldos en negro durante años a parte de la cúpula. María Dolores de Cospedal trató de salir al paso: desde que ella manda, dijo, todas las cuentas están perfectamente auditadas.

Pero, ¿y antes? “No me consta”, fue la respuesta que daban todos los portavoces autorizados, ante unos líderes silentes. Un “no me consta” en dirigentes muy preocupados, algunos de ellos enfadados ante informaciones “que no dicen toda la verdad”.

Lo que más ha molestado en el PP son los datos referidos a los privilegios que todavía mantendría el extesorero, que durante años contó con la confianza de Rajoy. “No tiene despacho”, zanjan las fuentes consultadas. No, al menos, del que disponía en la sexta planta de Génova13, donde se sitúa la gerencia. Pero no desmienten que se le hubiera consentido un “pequeño cuarto” en que habría guardado documentación. Cuando dejó las cuentas de la formación llegó a tener lo que se denominó "un despacho de transición".

Ni coche oficial ni tampoco secretaria, siguen en su exposición de los hechos. “La que dicen que es su secretaria es ahora quien nos lleva los viajes”, destaca un miembro del aparato. Tampoco sería cierto que “entra como Pedro por su casa. Completamente falso. Hace mucho mucho tiempo que no viene”, aseguran.

Entre tantos datos, tantos rumores, la secretaria general del PP quiso poner algo de orden ante los cargos de su formación, reunidos en una Intermunicipal en la que, lo de menos, es ya la reforma de la administración local: “Cada uno aguanta su vela” y “en este partido, quien la hace, la paga”, expuso. En el auditorio cundía la idea de que el presidente “tendrá que decir algo” porque “los españoles están muy cabreados”. “¡Tiene que hablar!”, dice un alcalde indignado.

Prueba de que son conscientes del enfado ciudadano, las medidas de seguridad que rodean todo el cónclave, con varias patrullas y furgones policiales controlando el perímetro a pesar de que el presidente no llegará hasta el sábado.

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