El PP teme que el escándalo Bárcenas le salpique: "Era mucho su control"
Temor en el PP a que el caso vaya a más: "Era mucho el control de Bárcenas, durante años". Rajoy dará la cara ante el partido el sábado.
El Gobierno, que en las horas posteriores a descubrirse el escándalo intentó evadirlo, tuvo que entrar como elefante en cacharrería y desmentir, a través de un comunicado oficial del ministerio de Hacienda, que Luis Bárcenas se hubiera beneficiado de una amnistía fiscal que, según sus abogados, le sirvió para regularizar 10 de los 22 millones que tenía en cuentas de Suiza.
Puestas las cosas en orden y hechas las averiguaciones pertinentes, todas las fuentes gubernamentales coinciden en su temor a que “de alguna u otra forma” el partido pueda verse salpicado. Porque “era mucho el control, durante muchos años”, admiten en privado. Y, hasta que se conociera su implicación en la trama Gürtel a finales de 2008, la confianza en Bárcenas -“don Luis” para el personal de la casa- era prácticamente total, con el consiguiente desconocimiento de lo que en su día a día gestionaba.
Aunque, siendo éste el miedo generalizado en los cargos populares, a lo que se afanó primero el PP y después el propio Ejecutivo fue en rechazar la versión del letrado del extesorero. A la sospecha de Alfonso Alonso le puso letra Cristóbal Montoro -con quien Bárcenas tenía relación- a través de una nota remitida a todos los medios de comunicación: no ha habido “declaración tributaria especial”, se asegura en ella, lo que le habría permitido aflorar dinero oculto a un tipo único del 10%.
Aún más, la Agencia Tributaria, en el ejercicio de sus funciones, actúa de oficio “siempre que hay indicios de actuaciones irregulares fiscalmente y se personará en los procesos judiciales en los que pueda haber perjuicio a la Hacienda Pública". Dichas actuaciones, concluyen, "pueden concluir mediante incoación de las correspondientes actas o remitiendo el caso a los órganos judiciales o al Ministerio Fiscal cuando se aprecia la existencia de delito contra la Hacienda Pública".
Cospedal y Alonso, "indignados"
En paralelo, la dirección nacional insistió en desmarcarse del que un día fue “don Luis”, con uno de los mejores sueldos del partido y coche oficial en la puerta. Pero, a la consabida consigna de “este hombre ya no es del PP” y “hay que esperar al procedimiento judicial”, en el escueto argumentario interno de este jueves se utilizó un término novedoso: “Indignación”. Una palabra que usaron tanto María Dolores de Cospedal como el citado Alonso, conscientes del malestar ciudadano ante hechos de tan indecorosa envergadura.
La secretaria general fue especialmente severa: “El PP ya tomó decisiones en su día y esta persona hace tiempo que no está ligada al partido”, dijo. Esto es, desde 2009 fue completamente apartado de sus funciones, y desde entonces los lazos están rotos oficialmente. No con todos los cargos -habría que escuchar la versión de Javier Arenas, que siempre lo defendió públicamente-, pero sí con Cospedal y su equipo. O, trasladándose a Moncloa, con Soraya Sáenz de Santamaría.
“Todas las actividades que se pueden considerar irregulares e ilegales provocan indignación en la sociedad, y a mí también”, pronunció, en declaraciones desde Toledo. El PP, siempre esquivo a incluir asuntos en clave interna en sus notas públicas, hizo una transcripción de sus palabras que se remitió a las redacciones. Se trata, quiso rematar Cospedal, “de un tema particular de esta persona en cuestión y no tiene que ver nada con el partido”, a pesar de que el caso, y sus posibles derivaciones, está hoy en boca de todo dirigente.
Desde el Congreso de los Diputados, Alonso -que reunió a su Grupo, en el que no se hablaba de otra cosa y la preocupación era visible- ahondó en esta tesis: "La misma indignación que se produce a los ciudadanos, nos la produce a nosotros. Felizmente, Bárcenas ya no tiene relación con el PP", enfatizó. Y, ya de paso, puso voz al cabreo popular por la insinuación desde filas socialistas de que las medidas fiscales del Ejecutivo se hicieron para “blanquear” al que fuera tesorero. "La acusación del PSOE es falsa y torticera y pido un rectificación. No se puede jugar de esa forma. Es indigno aprovecharse de este asunto, tiene mala intención", fueron sus palabras.
Rajoy reaparece en Almería
En todo caso, la consternación siguió siendo la tónica en el día después, y a las puertas de una Intermunicipal -que se celebra a partir del viernes, en Almería- cuya expectación se ha redoblado. Será entonces cuando Mariano Rajoy -sin apenas agenda pública esta semana- tome la palabra, y cargos del PP esperan de él alguna mención expresa a la lucha contra la corrupción. Sus estrategas trabajan en esta idea, a pesar de que el cónclave iba a servir de puesta de largo para la reforma de la administración local. Si algo busca la dirección del PP es alejar la sombra de presuntas irregularidades aunque, en los cuadros medios nadie se atrevía hoy a poner la mano en el fuego por lo que Bárcenas pudiera haber hecho durante años de control casi ilimitado de las cuentas de la formación
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