Los problemas judiciales de Luis Bárcenas comenzaron en marzo de 2008 cuando el exjuez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, le imputó por haber cobrado presuntamente de la trama de corrupción 'Gürtel' 1.353.000 euros.
Posteriormente, el exmagistrado se inhibió a favor del Tribunal Supremo al ser entonces Bárcenas senador por Cantabria, y por tanto, aforado. En julio de 2009, el extesorero del PP declaró como imputado en el Alto Tribunal y aseguró estar "muy contento" por haber podido explicarse ante el juez y aportar las pruebas que, según él, demostraban su "inocencia".
Tras renunciar a su escaño en abril de 2010, y perder su condición de aforado, la causa contra él paso a manos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Luis Bárcenas compareció en marzo de 2011 ante el juez instructor, Antonio Pedreira. Entonces aseguró que los viajes de carácter particular que realizó entre 2001 y 2002 los pagó de su propio "bolsillo".
El alivio judicial le llegó dos meses después cuando el juez archivó la causa que se seguía contra el extesorero 'popular'. Sin embargo, tras las elecciones autonómicas de 2011, donde imputados Benjamín Martín Vasco, Alfonso Bosch y Alberto López Viejo -exdiputados del PP- perdieron el fuero regional, la causa volvió a la Audiencia Nacional.
El 15 de marzo de 2012, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal ordenó reabrir la investigación contra Bárcenas, el exdiputado 'popular' Jesús Merino y el exconcejal de esta formación en Estepona (Málaga) Ricardo Galeote.
De esta forma, Luis Bárcenas volvía a estar imputado por los delitos de cohecho, blanqueo de capitales y fraude fiscal.