Para la izquierda andaluza, la figura de Blas Infante era casi desconocida en la fase de transición democrática. Fue la astucia política del primer presidente de la Junta, el socialista Rafael Escuredo, el que arrebató al andalucismo nacionalista y de izquierdas que comandaba Alejandro Rojas Marcos, el icono histórico que suponía un controvertido y supuesto "fundador" de la nación andaluza. Incluso el PP se plegó a un tardío reconocimiento. Pero ahora, la izquierda andaluza parece reconsiderar su antiguo apoyo y José Antonio Griñán recorta los dineros aportados desde 1983 a la Fundación Blas Infante, que regenta su hija, María Ángeles Infante, y según su denuncia, la deja casi en la ruina.
Según Europa Press, porque en la web de la Fundación no se hace eco de estas declaraciones, María de los Ángeles Infante, dijo ayer que la institución pasa por una situación "muy crítica" después de que la Junta de Andalucía le "haya denegado" una subvención de 30.000 euros que le había sido otorgada en 2012, y que la obligará a aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a sus dos empleadas e impedirá la convocatoria del Premio Memorial Blas Infante o la celebración los años pares del Congreso del Andalucismo Histórico.
Más impagos de la Junta y futuro incierto
Así las cosas, el organismo dedicado al estudio de la obra, vida y pensamiento de Blas Infante -que además tiene que mantener su sede en la calle Sol, un edificio del siglo XV- ve "un futuro incierto", porque "tememos que los 30.000 euros que se nos han asignado para 2013 tampoco se nos den".
La Junta ni sabe ni contesta
Del mismo modo, también ha solicitado una reunión con la consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, de la que "tampoco" ha recibido respuesta por el momento.
"Nuestras cuentas en estos 30 años están ahí y todo ha funcionado muy bien porque se ha hecho con mucho cariño y desinteresadamente", asegura la hija del padre de la patria andaluza, que también ha querido agradecer a todos los profesores de las universidades sevillanas que "cuando han visto que la cosa está mal han venido y lo que tenían que hacer lo han hecho desinteresadamente", como ocurrió en la XV edición del Congreso del Andalucismo Histórico celebrado el pasado mes de septiembre.