El primogénito de Jordi Pujol, Jordi Pujol Ferrusola, cuenta con una veintena de coches fantásticos –Lamborghini, Ferrari, Porsche, algunos de ellos preparados para competir en Le Mans-, que amontona en una nave a la espera de las esporádicas visitas de su dueño, que actualmente reside en México -donde comparte con dos socios la titularidad del hotel El Encanto, en Acapulco-.
Una de sus joyas es un Ferrari 328 GTS, de 1989, el último diseñado por Enzo Ferrari. Además, según informa La Gaceta, tiene otros dos coches de esta marca: un 348 y un 360, que ya son obra de Pininfarina.
Uno de sus grandes secretos era no ser descubierto. De hecho, utilizaba una Scooter para moverse por Barcelona. Los autos escandalosos, a su juicio, no eran prudentes, y quedaban para las carreras –a menudo compartidas con el ex director general de la Entidad de Juegos y Apuestas de la Generalidad, Carles Vilarrubí-.