Los últimos robos de drogas en sedes judiciales y policiales –uno en la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, otro en el Instituto de Toxicología de esta ciudad y dos más en depósitos de drogas en Málaga y Cádiz– han hecho reaccionar a la Fiscalía General del Estado que encabeza Eduardo Torres-Dulce.
El jefe de los fiscales de este país ha remitido una instrucción –que se ha dado a conocer este viernes– para que los fiscales procedan a la destrucción de drogas incautadas en un procedimiento judicial.
La circular de Torres-Dulce indica que los fiscales deberán proceder a la destrucción de la droga incautada, conservando "únicamente muestras suficientes para posibles comprobaciones o investigaciones posteriores". Para ello, deberán solicitar la debida autorización al Juez competente, y además deberán asegurarse de que la droga ha sido efectivamente destruida.
Asimismo, el fiscal general ha dado orden de que los miembros de Ministerio Público vigilen que quede constancia tanto de la destrucción de los estupefacientes como de la naturaleza, calidad, cantidad y valor en el mercado ilegal de lo destruido.
Por otro lado, Eduardo Torres-Dulce ha instado a que se incremente a partir de ahora el sistema de control de la destrucción de las drogas incautadas, por lo que todos los fiscales superiores deberán emitir "un informe semestral dando cuenta al Fiscal Jefe Antidroga de la destrucción de dichas sustancias en los procedimientos judiciales" así como de "la evolución del depósito de las drogas intervenidas".