Tal día como hoy, 30 de noviembre, pero de 2010, Libertad Digital reproducía en su portada las sorprendentes palabras el entonces vicealcalde de Madrid y titulaba "Cobo, "orgulloso" de la deuda del Ayuntamiento de Madrid: "Es mérito de Gallardón"". Manuel Cobo atacaba al Ejecutivo de Zapatero y decía que el mismo Gobierno que "asfixia" a la capital impidiéndole refinanciar menos de 350 millones de euros al año "todavía tiene la cara dura y la desvergüenza de refinanciar deuda por 140.000 millones de euros" el próximo ejercicio.
El segundo de Gallardón llamaba al Gobierno "sectario" e "hipócrita" que acumulaba una deuda de 550.000 millones de euros y engañaba a los ciudadanos diciendo que la deuda de Madrid era "culpa" del alcalde. Se contradecía el vicealcalde al reconocer que "la deuda es culpa y es mérito de Gallardón" aunque lo justificaba diciendo que si es verdad que su Gobierno municipal incrementó la deuda en 6.000 millones de euros, también lo es que el ejecutivo local está "orgulloso" de decir a los madrileños en qué se ha gastado ese dinero.
Puede que Cobo esté orgulloso de la deuda del ayuntamiento de la capital de España pero lo cierto es que Gallardón ha endeudado a los ciudadanos de Madrid para 25 años. El actual ministro de Justicia dejó Madrid con 5.400 millones de euros más de deuda que cuando llegó al cargo en el año 2003.
Según el Banco de España, en 2003, la deuda del ayuntamiento fue de 1.455 millones de euros. Cuantía que se disparó un 373%, hasta alcanzar los 6.891 millones de euros a cierre del tercer trimestre de 2011. La deuda de Madrid representa más del 23% de lo que deben el conjunto de ayuntamientos españoles y si sólo se tiene en cuenta las grandes capitales de más de 500.000 habitantes, Madrid copa casi el 64% de la deuda.
Aún así, el pico máximo de deuda de Madrid durante el mandato de Alberto Ruiz Gallardón llegó en el tercer trimestre de 2009, cuando alcanzó los 7.364 millones de euros. A pesar de estos demoledores datos, el ex alcalde de Madrid no se responsabilizó de su deuda Un día después de que Zapatero, tras una reunión en La Moncloa, no dejara a la capital renegociar su deuda pública en 2011, Gallardón aseguró que los proveedores tendrán que esperan que se les paguen 900 millones de deuda municipal más un 8,5% de intereses de demora, sin poder cuantificar ni plazos de pago, ni impacto laboral en las entidades afectadas.
El ex alcalde dijo que él sólo se hacía responsable de la inversión en el soterramiento de la M-30, de la ampliación del Metro con la aportación municipal, de la mejora de la competitividad de la ciudad y de la baja presión fiscal.
A pesar de que no se responsabilizara de la deuda, el ayuntamiento debía por aquel entonces más de 5.000 millones de euros por lo que Esperanza Aguirre le aconsejó que vendiera edificios para salvar al ayuntamiento. El alcalde no hizo caso a la presidenta de la Comunidad de Madrid. La que sí que le hizo caso fue su sustituta. Ana Botella anunció el 15 de marzo que el consistorio iba a vender edificios municipales cuyas funciones no sean necesarias para el funcionamiento del mismo.