El que fuera portavoz y miembro de las Mesas Nacionales de HB, EH y Batasuna, y que está procesado en varios sumarios en la Audiencia Nacional, Pernando Barrena, se estrenó en la tarde-noche de ayer miércoles como portavoz de Sortu, la nueva marca sucesora del brazo político de ETA, que fue legalizada por el Tribunal Constitucional el pasado mes de junio en una polémica sentencia.
Y lo hizo en el ciclo de conferencias "Las otras víctimas y su papel en el nuevo escenario", que se celebraron en la Universidad de Barcelona en recuerdo del exministro socialista asesinado por la banda terrorista Ernest Lluch. Exactamente, dentro de la conferencia "Hablemos de Euskadi", donde fue saludo por la hija del exdirigente socialista, Rosa Lluch.
"Por ello, como portavoz de la izquierda abertzale-Sortu quisiera dejar constancia de nuestro profundo pesar tanto por las consecuencias derivadas de la actividad de ETA como por nuestra posición política respecto a las mismas, en la medida en que éstas hayan podido suponer, aunque insisto, jamás de manera intencionada, un dolor añadido o un sentimiento de humillación. Simple y llanamente, lo sentimos y lo sentimos mucho y, verdaderamente, nunca fue nuestra intención", añadió.
Esta equiparación entre víctimas y victimarios en una de los motivos de ilegalización que se citan expresamente en la sentencia: "En democracia no puede asumirse todo intento de colocar en el mismo plano el sufrimiento infligido a las víctimas de la violencia terrorista y el eventual efecto aflictivo asociado al cumplimiento de las penas impuestas a quienes causaron graves daños a las víctimas".
La violación de la sentencia del Tribunal Constitucional terminaba de cuadrarse unos minutos después cuando equiparaba también a labor de las Fuerzas de Seguridad con el terrorismo de ETA. "También el Estado español y el francés deberán reconocer el dolor causado a nuestro pueblo y a los miles de hombres y mujeres del país que han sufrido en sus propias carnes la represión", añadió el dirigente batasuno.
En la sentencia, entre las causas de ilegalización que aparecen desarrolladas, se incluye "las expresiones de equiparación de la violencia terrorista con la coacción legítima que en un Estado de Derecho se reserva a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando persiguen, detienen y ponen a disposición judicial a los responsables de los delitos de terrorismo".
Una equiparación en la que volvería a insistir, al calificar de necesaria la "desmilitarización" de la comunidad autónoma "sin mayor dilación" y la supresión de "legislaciones de excepción". "Los amplios despliegues de efectivos armados al amparo de la lucha antiterrorista deben ser recortados y minimizados. Y, del mismo modo, ETA deberá disolver sus estructuras militares y poner fuera de uso todo su armamento".
Por último, también durante esta misma conferencia, Barrena cifró en más de 2.000 el número de terroristas y colaboradores de ETA que se encuentran escondidos o fugados de la justicia española en el extranjero, al tiempo que pedía una excarcelación masiva de los presos de la banda. "No es posible compatibilizar la normalización política de Euskadi con la existencia de un colectivo de 700 personas en prisión y más de 2.000 en el exilio", dijo.