
Tal día como hoy, 21 de noviembre, pero de 2011, Libertad Digital analizaba en su portada los resultados de las elecciones del 20-N que había dado la mayoría absoluta al Partido Popular y a Mariano Rajoy. En una de sus informaciones titulaba "El PSOE profundiza en su pozo en Madrid: sólo gana en dos pueblos".
Esos dos pueblos eran Fuentidueña del Tajo, de 1205 habitantes, y Navarredonda y San Mamés, de 99. Aún así, en los dos perdieron más apoyos respecto a las autonómicas de mayo. Precisamente en las elecciones autonómicas el PSM, con Tomás Gómez a la cabeza, ya obtuvo un rotundo fracaso al ser el partido político más votado en 16 municipios, 11 de ellos por mayoría absoluta y otros cinco por mayoría relativa.
Más sangrantes aún fueron los casos de municipios históricos socialistas que dejaron de serlo tras los comicios regionales. Es el caso de Alcorcón, que en sólo seis meses perdió un 3% más de los votos. Lo mismo ocurre en Getafe o Pinto que también perdieron un 3% de los apoyos respecto a las autonómicas de mayo. Y, en Leganés la historia se repite, aunque aquí el PSOE sólo cayó un 1%. Uno de los mayores batacazos lo experimentó el PSOE en Parla, el territorio de donde salió Tomás Gómez. En medio año el voto socialista cayó de un 44 a un 30%.
A pesar de los horribles resultados cosechados por Rubalcaba en la región liderada por Tomás Gómez, ‘Invictus’ no se dio por vencido. Pasaron los días y llegaron nuevas elecciones y nuevo revés socialista. Fue el caso de los comicios vascos y gallegos del pasado mes de octubre. En el País Vasco, Patxi López, perdió la Presidencia del Gobierno Vasco a manos del PNV y los proetarras de Bildu. En Galicia, Pachi Vázquez, no pudo impedir que Alberto Núñez Feijóo revalidara su mayoría absoluta.
Fue entonces cuando el secretario general del PSM, Tomás Gómez, dijo que "hoy es momento de solidaridad y mañana será momento de reflexiones profundas y serias porque habrá que hacer cambios profundos y serios en el partido". Está claro que el líder de los socialistas madrileños apuntaba más alto y señalaba con el dedo la gestión de Rubalcaba al frente del partido, pero lo cierto es que reclamaba unos cambios que no se aplicó él tras las sucesivas debacles de su partido en la Comunidad de Madrid.
Rafael Simancas obtuvo en 2007 en las elecciones a la Presidencia de la Comunidad de Madrid más de un millón de votos. Cuatro años más tarde y ya con Tomás Gómez como candidato, el PSOE bajó hasta los 786.000 votos, perdiendo casi un cuarto de su electorado.