Polémica sobre al aforo aparte, la actuación de la Policía Municipal y los efectivos que se destinaron para la macrofiesta de Halloween en el Madrid Arena también están en entredicho.
En la primera rueda de prensa que la alcaldesa, Ana Botella, ofreció tras la tragedia junto a todo su equipo de Gobierno, se especificó que los agentes no tienen la potestad de controlar a los controladores. Es decir, que la Policía no podía acceder al recinto para comprobar que los controles de seguridad –entradas, registro de mochilas o aforo– se estaban cumpliendo. Sólo podían estar en el exterior del recinto, a no ser que se requiriera su presencia por alguna emergencia, en un perímetro de unos 50 metros.
Su función en el exterior consistía pues en evitar la venta ambulante o evitar el consumo del alcohol en la calle. Pero según distintas informaciones, un macro botellón se produjo en las inmediaciones del Madrid Arena sin que fuera disuelto por la Policía, que no lo hizo constar en ninguna diligencia. Preguntada a este respecto, la alcaldesa lo justificó diciendo: "La prioridad era la seguridad" en el recinto.
"El Ayuntamiento de Madrid y su Policía Municipal otorgan una especial prioridad a la lucha contra el consumo de alcohol en la calle. Es un tema de salud y convivencia", señalan desde el consistorio. No obstante, la prioridad en ese evento no lo fue. "Hay dispositivos policiales específicos para evitar esta práctica nociva. Y ante la fiesta en el Madrid Arena, la Policía Municipal se desplegó en la zona exterior del recinto ferial", recuerdan. Y añaden que "se impidió el consumo de alcohol con un dispositivo a un perímetro de unos 50-60 metros".
No obstante, afirman que "la amplitud y el perfil topográfico del terreno alrededor del Madrid Arena hace prácticamente imposible un control absoluto para combatir el botellón". Sin embargo, teniendo en cuenta todo esto y el aforo que, a priori, comunicó la empresa –entre 4.000 y 6.000 personas, cifra que según han manifestado fuentes municipales a Efe consta en el contrato– se envió a un total de 16 agentes municipales: un mando oficial, sargento, cabo y 14 policías. Sólo cuando la tragedia ya se había desencadenado se decidió enviar a otros 24 agentes más.
Mientras, según la información facilitada por el propio Ayuntamiento, se ordenó el despliegue de 42 policías al evento organizado por El Hormiguero, que concentró a 6.000 personas. Mismas cifras oficiales de aforo que el Madrid Arena, 26 policías más.
Asimismo, el despliegue de Policía Municipal por toda la ciudad esa noche de Halloween fue un 50 por ciento mayor que el año anterior dado el "fuerte incremento del número de fiestas" en Madrid.