"Rotundo respaldo del TC al matrimonio homosexual", dice El Mundo. No obstante, Pedro J. defiende que "había argumentos para que el PP recurriese la ley al Constitucional y no se le puede demonizar".
También deja constancia de la guerra abierta por el euro por receta de Ignacio González. "Aguirre vuelve por sus fueros y planta cara a Rajoy", dice. Pedro J. le da la razón porque "es más gravoso para los ciudadanos la subida de impuestos aprobada por el Gobierno que el pago del euro por receta". Y Federico Jiménez Losantos afea a Rajoy su "mala costumbre de torpedear a la comunidad de Madrid (...) Ahora la ha tomado contra el euro por receta", quién fue a hablar, le viene a decir, con los impuestos que él ha subido. "Si a Rajoy no le gusta la doble imposición y se entera de lo que es eso, tiene tarea por delante".
El País no ha querido quedarse en casa, pese a tener en huelga al 79% de la plantilla, y celebra la sentencia del TC. "El matrimonio gay es constitucional", dice con gran satisfacción. "La sentencia aporta sosiego y normalidad" en momentos de crisis, dice. Eso sí, el TC "ha prolongado en exceso (la sentencia) con un inexplicable retraso incluso para los tiempos judiciales a los que acostumbra". Sin que sirva de precedente, le da un par de palmaditas a Aguirre, "que se mostró desde el principio a favor de la iniciativa sobre la equiparación legal" –Espe, no te acostumbres- y otra a Gallardón, que "siempre mantuvo la constitucionalidad de la ley". Y después se pone filosófico y nos larga un sermón. "Como toda institución jurídica, la del matrimonio también está sujeta a la evolución del tiempo", etc, etc, etc...
A La Razón no le ha hecho ninguna gracia la sentencia del TC. "Un fallo con derivadas imprevisibles", dice. "Para una argumentación tan liviana siete años de deliberaciones se nos antojan excesivos. Y lo que es peor, abre la puerta a nuevos tipos y formas de matrimonio que no tardarán en reivindicar su legalización", como la de burro con oveja, hombre con perro y cosas así, al tiempo.
ABC sigue dale que te pego con Cataluña. "La xenofobia lingüística de la Generalitat. El paro por no hablar catalán", abre su portada. En el editorial opina sobre el matrimonio homosexual y tampoco es que tire cohetes. "El recurso de inconstitucionalidad del PP no solo estaba justificado por la configuración histórica y aparentemente constitucional del matrimonio como la unión legal de hombre y mujer, sino también por la defensa de un modelo social en el que se reconocen millones de ciudadanos españoles (...) Siete años ha tardado el TC en despejar las dudas sobre una ley que, se comparta o no, incidía directamente en la vida personal de miles de parejas homosexuales, a las que en buena medida se utilizó políticamente para imponer una reforma legal que habría conseguido similares efectos jurídicos con una regulación de uniones civiles", dice comedido.
La Gaceta tiene un cabreo monumental con el "gaymonio" y se declara insumisa. "Será constitucional, pero no es matrimonio. La sentencia liquida el concepto de matrimonio. El tribunal cede a la presión del lobby gay, en contra del sentido común y antepone la ideología a la ley natural". Y se desahoga echándonos una bronca fenomenal. "La sociedad española, después de muchos años de vivir sometida a la labor sistemática de anestesia colectiva, tiene muy pocos recursos para ser del todo consciente de lo pronunciado de la pendiente por la que nos estamos deslizando". Si es que estamos echaditos a perder. La "respuesta social de encefalograma casi plano nos muestra un panorama de clara decadencia (...) y ya apenas sabemos distinguir lo que está bien de lo que está mal (...) España es ya una especie de territorio de misión". Jo, la que nos ha caído.