El portavoz y abogado de Diviertt S.L., Jorge Morales, la empresa organizadora de la fiesta de Halloween en la que murieron ayer tres jóvenes en el recinto Madrid Arena, ha asegurado este viernes que no se coló nadie en el evento "porque había un triple control de acceso y además porque se podía certificar y calibrar que si las entradas eran verdaderas o falsas".
En declaraciones en Telemadrid recogidas por Europa Press, Morales ha descartado que se colara ninguna persona a la fiesta porque había un equipo de seguridad "de más de 100 personas", otro de vigilancia que le corresponde al equipo ferial, "además de los Cuerpos de la Policía Nacional y Municipal, comprometidos por la celebración de este evento para que no se produjeran estas circunstancias".
Además, el abogado de la empresa organizadora ha negado también que se produjera una reventa de entradas o se utilizaran fotocopias de las mismas para acceder a la fiesta. "Lo desmiento de forma categórica. Hay dos servicios de seguridad que se complementan tanto con personal del recinto como de la organización para controlarlo", ha añadido.
Jorge Morales ha señalado que Diviertt, que ha recordado que lleva diez años desarrollando eventos de esta naturaleza, tiene contratada a una empresa que garantiza la autenticidad de las entradas "para que no haya una falsificación o que la entrada sea utilizada por otra persona". En este sentido, ha atribuido las acusaciones a este sentido a "intencionalidades ocultas o no, aviesas o con fines espúreos, pero no son los datos ciertos".
Respecto al aforo, el portavoz de la organizadora ha reconocido que en la preparación de este evento en un principio se tomó como referencia la cifra de asistencia de 7.000 personas que fueron la fiesta inmediatamente anterior, "y eso es lo que se comunica al principio, en un primer momento, con la Administración y con la titular del recinto".
"La estimación tiene que irse acomodando al proceso de la venta de entradas. Lo que sucede en este caso en concreto es que hay un aforo, comunicado por el espacio donde se desarrolla el evento, que es de 10.600 entradas, que tienen que ir como límite para ajustarse al mismo. Es lo que sucede en esta ocasión porque no se vendieron todas las entradas, cuyo aforo estaba delimitado por la empresa titular de Madrid Arena", ha explicado.
Por otro lado, el abogado de Diviertt ha querido diferenciar estos asuntos con la "terrible situación de personas que han muerto y cualquiera en este país que sea un bien nacido tiene en cuenta la desgracia que supone para ellas".
"Hay que saber distinguir la execrable conducta de personas que han utilizado una actitud que consistía en crear pánico en un lugar donde era fácil crear ese pánico y donde además, moviéndose en el anonimato y en el disfraz, estaban haciendo algo que era previsible que causara un resultado tan triste como el fallecimiento de tres personas. Eso debe ser algo perseguido e investigado", ha añadido.
Por último, Morales ha afirmado que desde la organización se está contribuyendo "a mejorar y facilitar el trabajo de la investigación para que se puedan llegar a investigar a estas personas".