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Urkullu busca apoyos con la incógnita de si ETA estará en el Gobierno

Los 27 escaños, muy lejos de la mayoría absoluta, obligan a Urkullu a llegar a acuerdos con otros partidos para gobernar.

El candidato a lehendakari del PNV, Iñigo Urkullu, asume desde este lunes el reto de llegar a acuerdos con otros partidos después de su claro triunfo en las elecciones celebradas ayer, domingo, aunque sin mayoría absoluta, lo que le obligará a pactar.

Urkullu se comprometió durante la campaña, y lo reiteró anoche tras confirmarse su triunfo en las urnas, que lo primero que haría hoy sería ponerse en contacto con sus principales rivales para abrir un diálogo con vistas a conseguir grandes consensos.

Esos pactos pasan en primer lugar por la crisis económica y consolidar la paz y la convivencia, y más a medio plazo, por la búsqueda de un nuevo estatus político para hacer de Euskadi una nación europea.

"Mañana (por hoy) mismo empezaré a trabajar para que esos acuerdos puedan fraguarse. Este país no necesita más frentes, ni divisiones", afirmó en la sede de Sabin Etxea.

Nada más conocer la victoria en las urnas, Urkullu ofreció su "mano tendida" para "levantar la persiana" de Euskadi y trabajar desde el primer momento.

El PNV ha ganado los comicios al obtener 27 escaños, seguido de ETA- Bildu, con 21 representantes. La suma de ambos hace que las dos fuerzas abertzales se hagan con casi dos tercios del nuevo Parlamento, que será el más nacionalista de toda la democracia. En tercera posición, se ha situado el PSE, que ha obtenido 16 parlamentarios, por delante del PP, con 10 escaños. La representación de la cámara vasca la completará UPyD con un diputado, después de que Ezker Anitza-IU y Ezker Batua-Berdeak se hayan quedado fuera.

Uniendo los escaños de PNV y EH Bildu (48), superan con mucho la mayoría absoluta (38), aunque por lo apuntado durante la campaña por ambas formaciones, no parece que sea la fórmula de pacto más probable por sus diferencias, sobre todo, en materia económica. El PNV también conseguiría mayoría absoluta con el apoyo del PSE y sería insuficiente, en cambio, con los escaños del PP, al quedar a uno de ese listón.

Se abre ahora una etapa en la que el PNV deberá decidir qué tipo de Gobierno quiere para Euskadi: un pacto estable con alguna formación o bien si se inclina por acuerdos concretos con distintas fuerzas para sacar adelante sus proyectos. 

La constitución del próximo Parlamento Vasco queda en manos del margen que se quieran dar los partidos que lo van a componer, ya que el reglamento de la cámara no estipula plazos legales para ello tras unas elecciones. 

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