En la presentación del último libro de Jordi Pujol, El caminant davant del congost (El caminante ante el desfiladero), de Edicions Proa, en el Ateneu Barcelonès, Artur Mas ha acompañado al expresidente con una intervención en la que ha dicho que Cataluña se encuentra "en medio del desfiladero". En su opinión, es "legítimo, comprensible y humano" que muchos catalanes tengan dudas sobre qué rumbo tomar.
Para despejar esas dudas, ha advertido de que la alternativa a avanzar por la senda del soberanismo es condenar a los catalanes al "desencanto": "no hacer nada" puede ser más "cómodo" pero también más contraproducente que emprender un camino nuevo, aunque este conlleve sus "riesgos", ha advertido.
De hecho, Mas se ha mostrado convencido de que la vía hacia el Estado propio "no lleva a Cataluña al pedregal sino a una tierra fértil". El presidente catalán también ha utilizado símiles radiofónicos para comparar las relaciones entre Cataluña y el resto del Estado: ha asegurado que es como si ambos territorios fuesen dos emisoras que emiten en ondas distintas, unos en Frecuencia Modulada (FM) y otros en Onda Media (OM), por lo que es "muy difícil que aquí haya la sintonía del diálogo posible".
"Quizás es presuntuoso por parte de Cataluña pretender cambiar la estructura del Estado, pero también lo sería que el Estado pensase que puede residualizar Cataluña", ha explicado el presidente.
La tensión, culpa de Madrid
Según él, ante este nuevo contexto, es necesario que Cataluña evite caer en las actitudes de "bronca" y confrontación del resto del Estado, y ha añadido que precisamente la reacción que está teniendo Madrid ante las demandas catalanas no es la que agrada a la comunidad internacional.
"Se nos quiere llevar hacia el miedo, la amenaza. Si cometemos el error de entrar en este terreno conceptual al que nos quieren llevar, estaremos perdidos", ha diagnosticado Mas, que ha destacado el talante que en su opinión caracteriza la identidad colectiva de Cataluña.
La "riada" de Pujol
Por su parte, Jordi Pujol ha afirmado que si Cataluña fuese un curso fluvial, ahora mismo estaría en una fase que ha comparado con un "desfiladero", y ha defendido que, llegados a este punto, hay que resistir.
"Podríamos caer en el desánimo, y sería un error porque hemos hecho mucho camino y nunca habíamos llegado a este desfiladero", ha asegurado, emplazando a los catalanes a sentirse orgullosos del camino que han recorrido hasta ahora.
Pujol ha dicho que su trayectoria se refleja en este libro, un compendio de conferencias y artículos con los que pretende ilustrar que hace 30 años abogaba por un Estado plurinacional capaz de "luchar contra los desequilibrios sociales y territoriales", pero que ahora este ya no es su modelo.
Según el expresidente, si no hay cambios, los catalanes podrían quedarse "muertos por el hambre, en una riada" o encallados en pleno desfiladero.