La coordinadora del 25-S ha puesto nueva fecha para volver a rodear el Congreso de los Diputados: será el próximo martes 23 de octubre, coincidiendo con el debate en el Parlamento de los Presupuestos Generales para 2013.
En su convocatoria, la Coordinadora llama a rodear el Congreso "de manera literal y metafórica, de forma no violenta, con inteligencia" y avisa de que la manifestación no se disolverá hasta que "sus señorías abandonen el hemiciclo después de cumplir con su parte del paripé".
Según informa El Mundo, la decisión tiene en parte que ver con la multa de 6.000 euros anunciada por la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, al ciudadano que solicitó la concentración del 25-S, Rafael-Óscar González. En la plataforma se asegura que González, quien la misma mañana del 25 de diciembre contactó con Delegación para eximirse de cualquier responsabilidad sobre lo que pudiera pasar, actuó en todo caso a título personal. La coordinadora no pedirá autorización para volver a rodear el Parlamento ante la certeza de que "van a reprimirnos igual".
Rechazan los presupuestos
La coordinadora del movimiento 25-S ha cerrado este miércoles el texto contra el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2013 que el próximo viernes entregará en el Congreso, y en el que reclama una "auditoría ciudadana, pública y transparente" sobre la deuda, y alega que "no hay presupuestos posibles que satisfagan las necesidades ciudadanas en el actual marco político y constitucional".
Según reza el documento del 25-S, recogido por Europa Press, las cuentas presentadas por el Gobierno "siguen el dictado de la Troika" y "profundizan en una política fiscal regresiva y en grandes recortes", en el marco de una "espiral de austeridad" que "no está sirviendo para mejorar la situación" y que supondrá "un retroceso en los derechos sociales y el sometimiento de varias generaciones al capital financiero".
"Rechazamos totalmente estos Presupuestos antiecológicos, antisociales e inhumanos, y pedimos la apertura de un nuevo proceso constituyente, esta vez auténtico, con toda la participación popular posible", reclama el movimiento, que critica un sistema que "obvia, cuando no impide", la participación ciudadana, limitándola al voto cada cuatro años, creando instituciones "ajenas a la soberanía popular" y que actúan "como simples mediadores de los intereses de los mercados".