La batasunización de Beiras

Xosé Manuel Beiras fue durante 20 años el portavoz nacional del Bloque Nacionalista Galego y su cabeza de lista en las elecciones autonómicas. Como líder del Bloque en el Parlamento gallego protagonizó varios incidentes. El más sonado fue en 1993, cuando montó un numerito golpeando el atril de su escaño con un zapato –imitando al ex presidente de la URSS Nikita Khruschov que hizo lo mismo 33 años antes en la Asamblea de la ONU– en protesta por una iniciativa del gobierno gallego entonces presidido por Manuel Fraga.

Poco antes de que el BNG llegase al poder en 2005 de la mano del PSOE, con el bipartito de Quintana y Touriño, Beiras presentó su dimisión como Presidente del Consejo Nacional del BNG y abandonó la primera línea de la política, por sus constantes enfrentamientos con la UPG, partido mayoritario de la coalición, por el control del BNG.

Los rasgos extravagantes de su personalidad se han ido acentuando con la edad, al tiempo que iba radicalizando sus posiciones políticas. A sus 76 años sus intervenciones tienen un marcado carácter mesiánico, con arengas más propias de los líderes totalitarios que de un dirigente político de un país civilizado.

Antes de volver a la política activa, Beiras ha dejado ver en conferencias, artículos de opinión,  y con su presencia en foros de extrema izquierda, su evolución hacia posiciones antisistema, adoptando el discurso del anticapitalismo más radical y sin esconder sus simpatías por regímenes como el de los Castro o el de Chávez.

En abril de 2011, dijo que "los terroristas más peligrosos en este momento, no solo andan libres, sino que están en el poder". Y citó, entre otros, al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al hoy exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces vicepresidente y ministro del Interior; y al presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela.

Hace unos meses lideró la escisión de su corriente interna en el BNG, Econtro Irmandiño, para fundar un nuevo partido más radical, de extrema izquierda e independentista. Para ello se unió al Frente Popular Galega (FPG) de Xosé Luis Méndez Ferrín, poeta y presidente de la Real Academia Gallega. La FPG fue en su momento el brazo político del terrorista Exército Guerrilheiro de Povo Galego Ceive y concurrió a elecciones europeas en coalición con Herri Batasuna.

De esta alianza nació A Nova Irmandade Nacionalista (ANOVA) que concurre a las elecciones del 21 de octubre en coalición con Izquierda Unida. De hecho, la líder de IU en Galicia, Yolanda Díaz, ha respaldado las palabras de Beiras acusando a Feijóo de "matar a más gente que ningún grupo terrorista del Estado español", por su política sanitaria. Unas palabras que bordean la apología del terrorismo y constituyen un claro menosprecio a las víctimas.