Tal día como hoy, 10 de octubre, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada que "López retira y esconde las banderas de España de edificios oficiales". El actual Lehendakari llegó al poder gracias al apoyo del Partido Popular en una alianza que dejaba al País Vasco por primera vez en la democracia sin un gobierno del PNV. Tras su elección, el propio socialista Patxi López y su consejero de Interior, Rodolfo Ares, anunciaron que el nuevo Ejecutivo vasco iba a cumplir escrupulosamente con la Ley de Banderas, que los nacionalistas llevaban incumpliendo con total impunidad durante más de 30 años.
Esas buenas intenciones del Gobierno socialista venían precedidas por un buen número de sentencias de los tribunales vascos que obligaban a las administraciones a colocar la bandera de España en sus dependencias. A pesar de que se gastaron más de 17.000 euros en comprar banderas para exteriores, interiores y de sobremesa, se tardó poco en comprobar que esas buenas intenciones no eran más que eso. Tampoco eran creíbles las amenazas a los alcaldes de Bildu de llevarles a los tribunales e inhabilitarles para cargo público si no cumplían con la ley, ya que fueron ellos, los socialistas, los que retiraron las banderas de una de las instalaciones que el antiguo INEM tenía en Vitoria.
No retiradas pero sí escondidas parecían las banderas que Patxi López puso en la sede de la Presidencia del Gobierno Vasco. Las enseñas ondeaban en la entrada pero en un mástil diseñado para interiores por lo que su visibilidad era escasa y en el caso de estar a media asta, tocarían el suelo. Lo mismo ocurre en el Palacio de Ajuria Enea, residencia oficial del Lehendakari.
Pero ésta no fue la única vez en la que Patxi López incumplió la Ley de Banderas de 1981 que, en su artículo 5, dice: "Cuando los Ayuntamientos y Diputaciones o cualesquiera otras Corporaciones públicas utilicen sus propias banderas, lo harán junto a la bandera de España" y, según el artículo sexto, "será ésta la que ocupará siempre lugar destacado, visible y de honor".
Durante su primer mensaje de Nochevieja al frente del Gobierno Vasco, Patxi López apeló a la unidad contra ETA pero sin la bandera de España de fondo, sólo con la ‘ikurriña’. También en el mensaje del año siguiente apareció sin la enseña española. En este caso ya habló de la derrota de la banda terrorista.
La última vez que se habló de la unidad nacional fue en la Conferencia de Presidentes de la semana pasada. Allí, Patxi López guardó silencio al respecto mientras tuvo que escuchar a los presidentes de Madrid, Aragón, Ceuta, Castilla y León, La Rioja y Extremadura cómo defendían a España frente a la amenaza independentista de Artur Mas.