El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, tardó trece horas en ordenar un registro en el domicilio de cuatro detenidos por terrorismo callejero... pese a estar de guardia.
Según informa La Razón, a las 00:05 horas del 30 de septiembre, la Guardia Civil advirtió a Pedraz de una operación antiterrorista en la que fueron detenidos Liher Bilbao, Iker Hernández, Ibón Santamaría y Eneko Eguren, miembros del entramado de ETA y de SEGI . La orden de registro del magistrado llegó a las 13:15 horas –trece horas después-, pese a estar de guardia. La tardanza impidió que los agentes incautaran "importante documentación y ordenadores de la organización terrorista", ya que sólo pudieron requisar algunos "cargadores que denotaban la presencia de ordenadores".
Todo esto se desprende de varias comunicaciones de la Comandancia de Vizcaya, según La Razón. Además, en otro de estos documentos se detalla la hora y finalización de uno de los cuatro registros domiciliarios, que se produjo entre las 00:40 horas y las 1:45 horas del 1 de octubre.
Los registros se prolongarían hasta casi las 3:00 horas del lunes, por la imposibilidad de realizar los registros de forma simultánea, debido a que sólo había disponible una secretaria del juzgado de Instrucción número 1, encargada de levantar las correspondientes actas en cada uno de los juzgados.
Asimismo, Pedraz no decretó la incomunicación de los detenidos, que designaron al abogado Kepa Mancisidor, famoso por defender a los procesados por terrorismo callejero. El magistrado de la AN tomó declaración a los terroristas callejeros, que fueron puestos en libertad 48 horas después de su detención, a petición del Ministerio Fiscal, bajo una fianza de 2.000 euros.