Tal día como hoy, 27 de septiembre, pero de 2011, Libertad Digital llevaba en su portada las palabras del expresidentes del Gobierno sobre el Estado de la Autonomías: "Aznar reclama más libertad económica y acabar con 'los 17 mini-estados'". El presidente de FAES llamó el año pasado a una revolución en forma de reforma "sin olvidar las privatizaciones en el sector público y la puesta en orden de las finanzas" de las administraciones.
Entra aquí el Estado de las Autonomías y sobre el que Aznar dice que "debemos acabar con la construcción de diecisiete mini-estados". Sentenció que "debemos reformar nuestro Estado, es urgente". El expresidente del Gobierno dejaba la pelota en el techo de Rajoy, inmerso por entonces en la precampaña electoral. Aseguraba que este debate "la gente lo comprende muy bien" ya que "la situación es insostenible" por lo que auguraba que la reforma no sería "impopular".
Se sumaba Aznar a la propuesta realizada veinte días antes por Esperanza Aguirre. En un informe aseguraba que "todo es modificable" y que "las duplicidades y triplicidades existentes en las administraciones no pueden continuar ni un minutos más". En su opinión no puede ser que comunidades, diputaciones y ayuntamientos aborden una misma necesidad pública.
Aguirre tenía en mente una clara política de acción. Devolver competencias al Estado, restaurar el cuerpo de funcionarios nacionales y abordar reformas constitucionales para cerrar el proceso descentralizador. La que era presidenta de la Comunidad de Madrid no dudó en advertir de que España "es, de facto, un país federal".
Rajoy ha hecho oídos sordos a estas advertencias y se encuentra ahora con la amenaza independentista en Cataluña, con los proetarras con posibilidades de gobernar en el País Vasco y con Alfredo Pérez Rubalcaba asegurando que "hay que avanzar hacia un Estado federal".
De momento, algunos quieren romper con el sistema actual y buscan la independencia. Es el caso del presidente de la Generalidad de Cataluña que ha dado por iniciado el proceso de autodeterminación mediante la convocatoria de elecciones anticipadas. Artur Mas ha asegurado que convocará un referéndum independentista aunque el Gobierno central no lo autorice.