En Roma, en un encuentro informal con periodistas sin micrófonos, el presidente del Gobierno mostró su pesar por las filtraciones que se suceden en medios extranjeros y que en más de una ocasión, dicen fuentes gubernamentales, se han demostrado falsas. El viernes, a varios niveles, el Ejecutivo tuvo que desmentir un despacho de la agencia británica Reuters que aseguraba que se congelarían las pensiones, cuando en voz del presidente será una de las dos únicas partidas que van a subir en los Presupuestos Generales del Estado de 2013 que ya están listos en el cajón.
En paralelo, Financial Times llevaba a su portada, con una gran fotografía de Rajoy, que el país ya negocia entre bastidores las condiciones del rescate. El presidente desmintió por enésima vez que tuviera tomada una decisión, aunque matizó que esta posibilidad está encima de la mesa de sus citas internacionales, como la que mantuvo con Mario Monti, el primer ministro italiano, y que también está en el punto de mira de los mercados.
En este contexto, el equipo de Moncloa ha incluido en la agenda del presidente en Nueva York, ciudad a la que llega este lunes, un encuentro con el Consejo Editorial del Wall Street Journal. Será el martes, a las cinco de la tarde hora española, y poco antes de intervenir ante la Asamblea General de la ONU.
No se trata de una cita cualquiera, interpretan varios cargos consultados. Y no lo es porque Rajoy quiere explicar bien claro cuáles son los pasos que está dando España y cuáles quedan por dar para que desde el otro lado del Atlántico se hable con más conocimiento de la situación que atraviesa el país. Explican que cada información de WSJ afecta de forma inmediata en los mercados, normalmente de forma negativa. En otras palabras: para recuperar la confianza, exponen las fuentes, el Gobierno cree que tiene que explicarse mejor ante las rotativas internacionales.
Una reunión enmarcada en una apretadísima agenda, si bien -de nuevo- el encuentro con Barack Obama se quedará en un mero apretón de manos y poco más. El español sigue sin estar convocado a la Casa Blanca, consecuencia de la cercanía de las elecciones en Estados Unidos. El jefe del Gobierno participará por vez primera en la Asamblea General de la ONU, donde defenderá la candidatura de España a formar parte de su Consejo de Seguridad a partir de 2015 y verá a una larga lista de líderes internacionales.