Cuando apenas quedaban diez días para que finalizara el mes de febrero de 1979, Luis Abaitua, director de la fábrica de Michelín en Vitoria, volvía del trabajo a casa para comer con su mujer y sus hijos. Aparcó su coche junto a su domicilio. Un desconocido abrió la puerta, lo maniató y lo metió con violencia en otro coche. Aquel 19 de febrero, Luis Abaitua no comería con su familia. Un grupo de ETA-pm lo había secuestrado. Arnaldo Otegi Mondragón formaba parte de aquella célula terrorista de la escisión político-militar de ETA.
Fue sólo una más de las acciones terroristas que Otegi llevó a cabo como miembro de la banda ETA. El secuestro de Javier Rupérez, el intento de secuestro e intento de asesinato de Gabriel Cisneros, un asalto al Gobierno Militar de San Sebastián, seguimientos a diferentes personajes relevantes... son recuerdos vivos que Otegi pretende ahora enterrar. Desde la cárcel de Logroño quiere hacerse presente en las elecciones vascas a través de un libro de entrevistas editado por Gara y titulado El tiempo de las luces, en el que apenas amaga con unas "disculpas" a las víctimas, sin condenar a ETA.
Los periodistas del grupo Libertad Digital Mariano Alonso y Luis Fernando Quintero han investigado en profundidad la vida de Arnaldo Otegi y publican en Sepha la biografía Otegi, el hombre nuevo, que estará a la venta el próximo 1 de octubre.
Apoyado en el testimonio de las víctimas de Otegi y en abundante documentación, Alonso y Quintero profundizan en su pasado como terrorista, tanto en ETA-pm como en ETA-m y "los octavos", el grupo de ETA-pm que, lejos de querer apostar por enfundar las pistolas, quería mantener a toda costa el terror y la violencia como método para obtener sus objetivos.
El libro recuerda aspectos de su vida, como cuándo y cómo fue bautizado con el alias de el Gordo, o cuándo ingresó en la dirección de KAS y pronunció su primer discurso público.
El hombre de paz
También recuerda que Otegi no era un novato como negociador cuando José Luis Rodríguez Zapatero le elogió como un dirigente que había dado pasos hacia la paz, en pleno proceso de negociación de su Gobierno con ETA. Alonso y Quintero recuerdan su primera experiencia en ese terreno en 1998, al poco de llegar al liderazgo de Batasuna, con la firma del Paco de Estella con el PNV. También sus encuentros secretos con el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y Peio Rubio y todos los vericuetos de los encuentros de Loyola y la negociación.
Otegi dice ahora, en el libro de Gara, que pide "disculpas a las víctimas". En El hombre nuevo da cuenta de la actitud de Otegi con las víctimas del terrorismo, de indiferencia y desprecio, según refieren ellas mismas.
Alonso y Quintero relatan el recorrido vital de un etarra que soñó con convertirse en el Mandela vasco, el Che Guevara de Elgóibar, el hombre nuevo que ahora trata de borrar su pasado y ganar protagonismo en unas elecciones para las que los suyos le dieron por desahuciado.