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Encendido elogio de Vargas Llosa a Aguirre en 'El País'

"Con ella al frente del Gobierno jamás se hubiera hundido España en la crisis que hoy padece".

El escritor Mario Vargas Llosa dedica hoy La Cuarta Página de El País, periódico enemigo acérrimo de Esperanza Aguirre y sus políticas, a hacer un encendido elogio a la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid. Bajo el título de "Esa Juana de Arco liberar", dice el escritor premio Nobel que "defender, como lo hacía Esperanza Aguirre, el liberalismo, me parecía la manera más rápida de precipitarse en la hoguera del desprestigio y la ruina. Mi equivocación garrafal muestra sus méritos".

Considera Vargas Llosa que "no solo ha sido uno de los escasos políticos de convicción de estos años en España; también, uno de los más populares, que más elecciones ha ganado y que, en todos los cargos que ha ejercido, ha conseguido impulsar más medidas y reformas de corte liberal, gracias a las cuales la provinciana capital de España de hace tres decenios es la metrópoli de hoy día y la región más próspera, menos endeudada, una verdadera potencia industrial y la de vida cultural más rica y diversificada de todo el país".

"La vamos a echar mucho de menos. Todos", dice el escritor en el periódico que con más ensañamiento ha perseguido a Aguirre. "Los que, como yo, la admirábamos y nos hubiera gustado verla llegar a la Presidencia del Gobierno, convencidos de que, con ella al frente, jamás se hubiera hundido España en una crisis como la que hoy padece, y también sus adversarios, a los que deja hoy en la orfandad, sin tener alguien a quien odiar y atacar con la saña con que se encarnizaron contra ella, que se les enfrentaba sin complejos de inferioridad, respondiendo a los insultos con ideas, sin perder nunca las buenas formas y derrotándolos siempre en las urnas".

"Esperanza Aguirre libró en todos estos años un doble combate. Contra una izquierda dura, dogmática y vanidosa que se creía dueña no solo de la verdad ideológica, sino también de la compasión, de la solidaridad y de la justicia social, y contra una derecha conservadora y ultra, acomplejada y acobardada frente a la izquierda, desconfiada del mercado y la apertura económica, favorable al rentismo y con más intereses que convicciones y principios. Ninguna de estas dos fuerzas pudieron derrotarla pero le hicieron la vida difícil, muy difícil, y la obligaron muchas veces a hacer verdaderos prodigios de táctica política para no verse acorralada en lo personal y hacer avanzar los principios liberales básicos".

Y asegura Vargas Llosa que "de ella se puede hacer el mejor elogio de un gobernante: que dejó la Comunidad de la que fue responsable mucho –muchísimo- mejor de cómo la encontró".

Destaca también el ganador del premio Nobel el "apoyo a los exiliados y perseguidos políticos en Cuba" que siempre otorgó Esperanza Aguirre, mientras padecían "la indiferencia y a veces la abierta hostilidad de los gobiernos democráticos españoles".

"Cuando fue ministra de educación, la enemistad hacia Esperanza Aguirre de artistas, escritores, cineastas, periodistas, profesores, fue enorme y el ensañamiento contra lo que hacía y decía no conoció límites", dice el escritor, que afirma que, sin embargo, "a ella se debe que en las últimas décadas la oferta cultural en la Comunidad madrileña se haya multiplicado por diez, dejando muy rezagadas a todas las otras ciudades y regiones de España, entre ellas a Cataluña".

Por último, dice Vargas Llosa que no cree que tengan razón ninguno de los analistas que estos días han atribuido a sus diferencias con Rajoy su dimisión. "Probablemente dijo la verdad en su comparecencia televisiva: que había llegado el momento de retirarse. Saber retirarse a tiempo, no enquistarse en el poder, ceder la posta a la nueva generación, forma parte  también de la filosofía (y la coherencia) liberal".

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