José María Aznar ha afirmado que "nadie va a romper España" y quienes intenten hacerlo cometen "una deslealtad" y "una gravísima equivocación".
Aznar hizo esos comentarios en un acto que se desarrolló en Méxixo al ser consultado por uno de los asistentes sobre recientes movilizaciones en Cataluña en favor de la independencia y declaraciones de líderes políticos de esa región apoyando esa idea.
"España ha vivido a lo largo de su historia (...) buenos y malos momentos, ha tenido momentos brillantes y páginas más discutibles; hemos tocado el cielo con los dedos muy recientemente y ahora tenemos muchos problemas serios", afirmó. "Pero lo que no se debe hacer en términos políticos nunca es ni jugar frívolamente con la historia ni prender fuego a nada históricamente. El que lo hace comete una grave irresponsabilidad", dijo Aznar en un turno de preguntas después de presentar el informe "América Latina: una agenda de libertad".
"España va a seguir -insistió-. Nadie va a romper España, pero aquellos que lo intenten no sólo cometen una deslealtad, cometen una gravísima equivocación". El exgobernante también señaló que el éxito que tuvo España en su transición política y económica y la fuerte presencia internacional que ha ganado se debe a "un éxito común de todos los españoles". "Esto está basado en una serie de pilares, y esa serie de pilares no se deben poner en cuestión en ningún caso", agregó.
"España no puede ser un Estado residual"
En su exposición inicial, Aznar dijo que un Estado puede ser federal, unitario, centralizado o descentralizado, "pero lo que no puede ser -añadió- es un Estado residual, ni mucho menos un Estado frágil, confuso, ausente".
"Una correcta política de fortalecimiento institucional -agregó- empieza por entender que quienes atacan al Estado o cuestionan la propia existencia de la nación no sólo niegan una tradición, una herencia o una memoria compartidas, sino que también atacan el derecho de todos y de cada uno de nosotros como ciudadanos a decidir en común sobre nuestras reglas de convivencia".
Aznar participó en un acto convocado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que él preside, y el think tank Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), que se desarrolló en un hotel de la capital de México.
Seguridad como requisito para la prosperidad
En otra parte de su intervención, Aznar, que se excusó de dar declaraciones a los periodistas antes y después de su exposición, se refirió también a la lucha que tiene México contra los cárteles de la droga y otros grupos del crimen organizado.
"La seguridad es una condición para la prosperidad. Sin seguridad la democracia no es más que un cascarón vacío", afirmó y dijo que para combatir la criminalidad se necesitan medios y legitimidad, con "leyes buenas que se cumplan, que se respeten".
Se mostró también en contra de cualquier negociación con los grupos criminales. "Con los criminales no se negocia, con los terroristas tampoco, se les derrota", aseveró.
Insistió en que el Estado tiene que ser "el garante de la ley y de la seguridad, y tiene que estar presente en todo el territorio nacional, y todo el mundo tiene que saber que es el Estado y nada más que el Estado el que garantiza la ley y la seguridad".
Sin comentarios sobre Carrillo
Uno de los participantes en el acto organizado por el COMEXI le preguntó su opinión sobre el papel que jugó el recientemente fallecido dirigente comunista español Santiago Carrillo y su aporte a la transición política en España, pero se excusó de comentarlo.
"No voy a hacer valoraciones sobre la trayectoria personal de nadie, ni del señor Carrillo ni de nadie. La historia es la que es, los hechos son los que son, y cada uno puede tener sus juicios en términos de sus aportaciones en uno u otro sentido", afirmó.
El expresidente del Gobierno español llegó ayer a la capital mexicana y el mismo jueves se reunió con el mandatario Felipe Calderón. Mañana, sábado, viaja a Lima para presentar el lunes el mismo informe que dio a conocer hoy en México.