El descontento en la Carrera Judicial con quienes la gobiernan es latente. Prueba de ello es que en las juntas de jueces convocadas este viernes en numerosas ciudades de la geografía española se ha mostrado al unísono el malestar con la actuación llevada a cabo en los últimos meses por el Gobierno, especialmente con el ministro del ramo, Alberto Ruiz Gallardón y también con el actual presidente del Consejo General del Poder Judicial (GGPJ), Gonzalo Moliner. Ambos han conseguido en tiempo record poner a la Magistratura en pie de guerra.
Entre las reivindicaciones que más fuerza han tenido este viernes en las juntas celebradas en diferentes ciudades, como Madrid, Barcelona, Granada, Palma de Mallorca o Toledo, es la petición al Ministerio de Justicia de retirar su proyecto de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ); considerado por jueces y fiscales como un auténtica intromisión del poder político en el judicial.
Asimismo, los togados han querido expresar hoy su descontento con la falta de inversión en la Administración de Justicia por parte del Ejecutivo. Es menester recordar que como funcionarios los jueces y fiscales se han visto afectados directamente por los recortes aprobados por el Gobierno en los últimos meses.
Planea la sombra de una huelga
Como medida de presión, los jueces han anunciado este viernes que celebrarán los juicios solo por la mañana. El portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Pablo Llarena, ha explicado a Efe que la decisión de ajustar los horarios de las vistas tiene carácter "autorregulatorio" y está encaminada a que el Gobierno retire el proyecto de reforma de la LOPJ.
Por su parte, el portavoz de la asociación progresista Jueces para la Democracia (JpD), Joaquim Bosch, también ha destacado otra medida de presión consistente en convocar concentraciones de estos colectivos judiciales si en un plazo de 15 días el ministro de Justicia, no se sienta a negociar su proyecto de reformas.
Por otro lado, un mayoría de magistrados acusan a Gonzalo Moliner –sustituto de Carlos Dívar al frente del CGPJ- de "no garantizar la independencia judicial en las negociaciones y acuerdos privados que ha mantenido con el Ejecutivo". La razón es que reuniones secretas que Moliner ha mantenido en las últimas semanas con el propio Rajoy, con la vicepresidenta Sáez de Santamaría y con Gallardón han sentado bastante mal en la Judicatura.
Como ultimátum tanto las principales asociaciones judiciales y como la gran mayoría de juntas celebradas han reiterado este viernes que irán a la huelga si Gallardón y Moliner no recapacitan.
Para frenar este creciente malestar, el presidente del CGPJ ha convocado una reunión con todas las asociaciones - Asociación Profesional de la Magistratura, Jueces para la Democracia, Francisco de Vitoria y Foro Judicial Independiente- el próximo lunes.
