El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha presentado el informe estratégico de FAES "América Latina: una agenda de libertad 2012" en Ciudad de Guatemala. El acto ha tenido lugar durante la clausura del primer Campus FAES Centroamérica y el Caribe, que se ha celebrado la Universidad Francisco Marroquín. En su discurso, Aznar ha reflexionado sobre la situación de inseguridad en Centroamérica y "su efecto corrosivo sobre el Estado y las instituciones". En este sentido, ha asegurado que "frente a la criminalidad, como frente al terrorismo, no hay recetas mágicas ni soluciones fáciles: hay que perseverar, con valentía y decisión, en un camino recto. Ese camino es el camino del fortalecimiento de las instituciones democráticas y la aplicación, sin requiebros ni vacilaciones, de todos los instrumentos del Estado de Derecho".
Aznar, que viaja a México DF para reunirse con el presidente Felipe Calderón y para participar mañana en un acto en el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, COMEXI, ha asegurado que "lo más importante para luchar contra la criminalidad, en cualquiera de sus manifestaciones, es la determinación". En su opinión, "la seguridad es una condición imprescindible para la libertad y, por tanto, también para la prosperidad", porque "sin seguridad no hay desarrollo social, ni progreso económico".
"Luchemos contra la criminalidad para combatir la pobreza. Hagámoslo para que nuestras sociedades sean ámbitos de oportunidad y mejora. En lugar de afirmar sin matices que hay violencia porque hay pobreza, empecemos a pensar que la violencia es un factor determinante de la pobreza; uno de los mayores impedimentos a la prosperidad", ha pedido.
Democracia y economía de mercado
Aznar ha insistido en que "el fortalecimiento de las instituciones democráticas y el Estado de Derecho debe ser una de las grandes prioridades de Centroamérica", para lo que "hace falta un gran programa de acción, que parta de la voluntad inequívoca de combatir la criminalidad y que aborde todos sus aspectos con sensibilidad y firmeza". Según el presidente de FAES, "hace falta un Estado y de Derecho. Es decir, hace falta un Estado capaz de cumplir con su función esencial de garantizar los derechos y las libertades de los ciudadanos, que tenga la legitimidad y los medios. Eso implica leyes buenas, que se cumplan".
En su intervención en la Universidad Francisco Marroquín, de la cual es doctor honoris causa, Aznar también ha apuntado que "el camino del progreso no lo marcan ni el populismo ni el proteccionismo, sino las reformas estructurales y la apertura". En este sentido, ha celebrado que, en América Latina, "hoy existe un amplio y creciente consenso en torno a la idea de que el modelo de democracia representativa y economía de mercado es el mejor: el más eficaz para generar oportunidades y consolidar el progreso". "Los regímenes del llamado 'socialismo del siglo XXI' están cada vez más aislados y tienen cada vez menos influencia en la región", ha señalado.
A su juicio, "hoy América Latina tiene una clase media en expansión y puede estar orgullosa de haber superado la crisis financiera internacional antes, y en mejores condiciones, que el resto del mundo". "América Latina tiene hoy una oportunidad extraordinaria, probablemente la mejor que ha tenido nunca, para consolidar un futuro de prosperidad y tener un papel protagonista en un mundo cada vez más abierto y competitivo", ha agregado.
Aznar ha asegurado, no obstante, que "hay que perseverar todos los días en la misma dirección, sin vacilaciones, ni pausas, ni distracciones. Con austeridad, flexibilidad y reformas, en lo económico. Y con compromiso democrático, instituciones sólidas y liderazgos decididos, en lo político". A su juicio, "esta es una de las principales lecciones que la crisis que atraviesa Europa puede ofrecer a cualquier país o región del mundo".
Informe FAES 2007
Aznar ha recordado asimismo que la repercusión de la primera versión del informe "América Latina: una agenda de libertad", publicada por FAES en 2007, "superó nuestras mejores expectativas y alimentó el debate en foros académicos y políticos; inspiró programas electorales y políticas de Gobierno, y se convirtió en una referencia para todos los que deseamos una América Latina democrática, estable, próspera y plenamente comprometida con los valores occidentales". "Avancemos juntos en la construcción de sociedades abiertas a ambos lados del Atlántico y hagamos que Occidente sea, más que nunca, sinónimo de libertad, seguridad y prosperidad", ha animado.