Sin la presencia del principal implicado, el alcalde de Marinaleda y diputado de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, PSOE y PP unieron sus fuerzas contra las últimas acciones del Sindicato Andaluz de Trabajadores, plataforma que acoge a los dirigentes del viejo Sindicato de Obreros de Campo, comandado por el propio Gordillo y, más en la sombra, Diego Cañamero. Izquierda Unida ha votado en contra de la moción presentada por el PP. Pero PSOE e IU votaron unidos para que no se aprobara el rechazo de "la más que tibia reacción del Gobierno andaluz" que también pedía el PP. A pesar del voto conjunto, dos diputadas, una del PP y otra del PSOE, Esperanza Oña y Cinta Castillo, chocaron frontalmente en el Pleno. La socialista llamó "retrógrada" a la popular y esta calificó de "miserable" el comportamiento de la socialista.
La diputada del PP-A Esperanza Oña, encargada de defender la iniciativa, empezó su intervención manifestado que en Andalucía "robar sigue siendo un delito por mucho que haya diputados que lo pongan en duda" y ha indicado que al PP-A no le importa estar solo en la defensa de la ley y en la repulsa de hechos delictivos. Ha indicado que el progreso de esta comunidad es incompatible con el "bandolerismo político" y con el comportamiento de un presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que es "absolutamente benevolente y comprensivo con conductas delictivas" y "tolerante con la indecencia".
Cuenta Europa Press que, según Oña, Griñán había impedido que en el Parlamento se pudiera reprobar la "conducta delictiva" de ese diputado, cuyo partido forma gobierno con el PSOE-A. En este sentido, Oña ha lamentado que tenga en su gobierno a dos consejeros de IULV-CA, en referencia a Diego Valderas y Elena Cortés, que en modo alguno condenan, sino que respaldan, los hechos delictivos protagonizados por Sánchez Gordillo, ya que están solo preocupados por el sillón. Ha instado a Griñán que si no avala las declaraciones de esos consejeros sobre los actos del SAT, los cese de manera inmediata.
La diputada del PSOE-A Cinta Castillo intentó aclarar que el Gobierno andaluz rechaza cualquier actuación en contra del estado de derecho, pero aprovechó como es costumbre su intervención para referirse a "la derecha retrógrada" representada por el PP-A. Castillo reprochó a Esperanza Oña que centrara su intervención en el presidente de la Junta, nombrándolo hasta 20 veces, mientras que solo había mencionado a Sánchez Gordillo en una ocasión. Ha insistido en que los actos del SAT en los que ha participado Sánchez Gordillo "no identifican en ningún momento al Gobierno andaluz".
Oña, en su réplica, consideró "lamentable espectáculo" la intervención "tan miserable" de la diputada socialista, con un "bajísimo nivel, incluso intelectual". En cuanto a las referencias de Castillo a la "bipolaridad" del PP-A, Oña ha lamentado que la diputada del PSOE-A haya pretendido insultar a su partido haciendo uso de una enfermedad que causa mucho dolor, lo que es de una "vileza intolerable".
La diputada de IULV-CA María Dolores Quintana volvió a justificar lo ocurrido diciendo que las acciones del SAT se desarrollaron de manera pacífica y sin utilizar la fuerza en ningún momento y que, de hecho, el sindicato ya ha pedido disculpas a la cajera que resultó violentada en el asalto a un supermercado de Écija (Sevilla). Ha indicado que hay un reparto injusto de la riqueza y que se requiere la creación de un Banco público de alimentos.
Se extiende el bandolerismo a lo Gordillo
Ahora es un grupo de extrabajadores de Delphi, que están recorriendo en caravana la distancia entre Puerto Real y Cádiz. Ocurrió ayer por la mañana. Emulando al líder del SAT, Juan Manuel Sánchez Gordillo, trataron de asaltar el supermercado Carrefour de El Puerto de Santa María.
Según ABC, unos 25 integrantes de esta caravana que dice defender el empleo en la zona, entró en el supermercado Carrefour del Puerto de Santa María y llenaron cinco carros de comida. Pero, ante la presencia policial junto a las cajas del centro comercial, han pagado los alimentos. Los servicios de seguridad del supermercado habían alertado a la Policía Nacional que colocó a un agente junto a cada una de las cajeras. Según explicaron los protagonistas de los hechos, se hizo una colecta previa entre todos los integrantes de la caravana con lo que se logró reunir unos 600 euros. Según ha podido saber ABC, el coste de lo que pagaron en el supermercado oscila entre 450 y 500 euros por unos alimentos que entregarán a Cáritas como gesto solidario.