Juan Francisco Trujillo, chófer del que fuera director general de Trabajo de la Junta, Francisco Javier Guerrero, ha contado más andanzas con su jefe, esta vez en un Juzgado. Ante la Policía ya dijo que consumían cocaína con el dinero de los ERE y ahora ante los Juzgados de Instrucción número 1 y 2 de Andújar ha confesado que todos los días, tras el trabajo, se iban de copas y consumían droga a cargo de las subvenciones de la Junta de Andalucía.
Según informa el diario ABC, Trujillo dijo ante el juez que "cuando Guerrero finalizaba su jornada a mediodía tenía la costumbre de ir de copas y le acompañaba. Consumíamos cocaína a diario, que era pagada con el dinero de la subvención".
Fue en uno de estos bares donde el ex alto cargo de la Junta le explicó a su chófer que podía pedir subvenciones "indiscriminadamente" y "sin necesidad de justificar nada". Así, consiguió dos ayudas de 450.000 euros cada una.
En el interrogatorio, Trujillo confesó que "le entregó en mano a Guerrero entre 40.000 y 60.000 euros diarios. Además de para drogas y alcohol, el dinero público gastado era para caprichos de Guerrero". El chófer indicó que le compró un piano antiguo, cuadros, relojes de bolsillo, algo de ropa, música, teléfonos, etc.
De este modo, asegura que algunos de estos enseres eran peticiones expresas del responsable de Trabajo de la Junta pero en otras ocasiones "hacía comentarios de que le había gustado tal o cual cosa como dando a entender que quería que se la comprara".
También habla Trujillo de la existencia de un intermediario "del cual no recuerda ningún dato más allá de que era gitano, que cree que se llamaba Juan y al que veía en Jaén, Sevilla o incluso alguna vez en Andújar".