La ceguera voluntaria exige más pruebas

Todos los diarios dedican un editorial al discurso de Bush sobre el Estado de la Unión, en los que, si bien ninguno reivindica abiertamente la necesidad de recurrir a la fuerza para acabar con el régimen de Sadam Husein, podemos detectar menos virulencia a la hora de oponerse a ella. De hecho, ABC ya no es el único diario que se muestra aquiescente ante la intervención militar; tampoco en los editoriales de La Vanguardia y de La Razón detectamos esa rotunda oposición al recurso de la fuerza que estos diarios —sobre todo el último— reflejaban en anteriores comentarios editoriales.

Sorprende especialmente el caso de La Razón. No sólo porque sus editoriales hasta hace poco destilaban el más puro antiamericanismo y consideraban que Sadam sólo era una amenaza para Israel, sino también porque el titular de portada que hoy acompaña el retrato de un Bush iracundo considera, nada menos, que “se extiende el miedo en el mundo tras el discurso de Bush”.

Según este titular, el miedo no lo tendría que motivar la amenaza que para el mundo libre supone que un dictador psicópata como Sadam Husein —que ya ha dado pruebas de su expansionismo y de su relación con grupos terroristas— disponga de armamento de destrucción masiva. No, el “miedo” para La Razón lo causa el presidente de la primera democracia del mundo por su determinación de acabar con esa amenaza. Este titular recuerda ciertamente aquel con el que El País abyectamente hizo referencia en su portada el 12 de septiembre del 2001 al mayor atentado terrorista de la Historia: “El mundo en vilo a la espera de las represalias de Bush”.

A pesar del bochornoso titular de la portada de La Razón, su editorial no hace, como apuntabamos anteriormente, crítica alguna a la determinación norteamericana sino que se limita a hacer una descripción de los hechos. Ha bastado que el Gobierno de Aznar reiterara que no se va a desmarcar de EE UU en este asunto para que La Razón, sino pliegue velas, al menos les ponga un rizo.

Más relevante aún es el cambio que detectamos en la inmensa canela fina que hoy dedica Ansón al conflicto arabe-israelí. Ya no queda rastro de ese antisemitismo del que ha hecho gala como pocos el presidente de este diario en pasados comentarios. Por el contrario, Ansón justifica o por lo menos hace hoy comprensible la política de firmeza de Sharon y denuncia el recurso al terrorismo como medio de presión de un insaciable Arafat. Y es que dice hoy Ansón que “ni las consignas lanzadas por el diario “El País” ni las severas enseñanzas de nuestra progresía de caviar y dom perignon han sido suficientes. El pueblo judío no se ha plegado dócilmente a las instrucciones dictadas desde España y ha tenido la desfachatez de votar a Sharon que, además, el muy felón, ha doblado a los socialistas”.

Pese a su acierto de hoy, la “desfachatez” la comete el presidente de un diario que, como La Razón, ayer mismo arremetía contra el dirigente del Likud, al que su editorial degradaba como “el candidato del miedo” y del que se decía, entre otras lindezas, que “se había ganado a pulso el apodo de Carnicero del Líbano”....

Volviendo a Irak, los diarios que siguen fieles a su ciega oposición a acabar con el régimen de Sadam son El Mundo y El País; una oposición tambien menos virulenta, pero ciega igualmente.

Como todos los editoriales, el de El País hace referencia a la disposición de Colin Powell de presentar al Consejo de seguridad de la ONU “información e inteligencia” sobre los programas ilegales de armas de Irak. “Nadie duda de que el régimen de Sadam ha tenido armas de destrucción masiva, de hecho las ha usado y no ha explicado qué ha sido de ellas. Pero, a la espera de saber más, información e inteligencia no equivalen a las pruebas que muchos reclaman —Estados y opiniones públicas—, sino a lo sumo indicios insuficientes para justificar la guerra”.

Ya ven. Aun no han sido entregadas las pruebas y El País ya corre a calificarlas como meros “indicios” que, por supuesto, son “insuficientes”. ¿Cómo pretende que las pruebas que aporta un gobierno de un país sobre el armamento de otro sean de naturaleza distinta a la de la “información e inteligencia”?

Como con acierto excepcional señalaba ayer Aznar, los inspectores de la ONU no han sido enviados a Irak a buscar armamento de destrucción masiva sino a recoger las pruebas de que estas habían sido destruidas. Delante de los inspectores, el régimen de Bagdad ni ha procedido a la destrucción de armamento alguno ni ha aportado prueba alguna de que lo hubiera hecho antes de su llegada. Lo que no se puede pretender, como señalábamos en pasados comentarios, es que ahora tengamos que volver a encontrar los fondos públicos en manos de Roldan para llegar a la conclusión de que él había sido el que los había robado. El País, sin embargo, sigue la estela de El Mundo a la hora de considerar que tienen que ser los inspectores, y no Sadam, quienes aporten las pruebas del armamento, que “nadie duda que ha tenido el régimen de Sadam”, ha sido destruido.

También arremete El País contra Bush porque este se concentró en Sadam Hussein y el terrorismo, comparándolo al “hitlerismo, militarismo y comunismo”, “pese a ser la suya —dice El País— una de las administraciones más militaristas de la historia americana”.

El País comete así una despreciable equiparación entre las ansias bélicas de regímenes totalitarios y expansionistas con los gastos en defensa de una democracia que está dispuesta a hacerles frente. Hay que recordar que el programa inicial de Bush era opuesto al intervencionismo bélico y firme partidario de reducir los gastos de defensa. Efectivamente, el gobierno de Bush ha cambiado. Pero muchos olvidan que tras el Once de Septiembre, el presidente norteamericano anunció que su país se declaraba en guerra contra el terrorismo. Un país que se declara en guerra —y perdonen los lectores por tanta obviedad— tiene que recurrir a muchos más gastos militares. Churchill, al relevar a Chamberlain, en su célebre discurso en el que dijo no tener nada que ofrecer “sino sangre, trabajo, sudor y lágrimas”, resumió el objetivo de toda su política ante el parlamento británico “en emprender la guerra por tierra, mar y aire, la guerra con toda nuestra fuerza y con todo el poder que Dios nos ha dado”. Está claro que para El País estas palabras muestran un “militarismo” tan despreciable como el de Hitler...

Pasemos, por último, a lo que dice el diario El Mundo, cuyo editorial, además de insistir en que la carga de la prueba a estas alturas sigue sin corresponder a Sadam, insiste también en negarse a creer las conexiones entre el régimen iraquí y Al Qaeda. Y el caso es que su editorialista sí da credibilidad a los servicios de inteligencia americanos cuando denuncia que “la CIA cree inverosímil que Sadam vaya a dar armamento de destrucción masiva a los terroristas”.

El Mundo no cree a la CIA cuando esta denuncia que Sadam ha financiado y tenido relaciones con grupos terroristas incluidos Al Qaeda; tampoco la cree cuando la agencia de espionaje denuncia la existencia de ese armamento prohibido, sólo cree lo que le interesa y es que la CIA no cree “verosímil” que Sadam “vaya a dar el paso” de poner en manos de los terroristas un armamento que, en todo caso, tampoco ese dictador tendría que tener en las suyas.

El Mundo no puede negar “el apoyo financiero de Sadam a terroristas que atacan a Israel o el entrenamiento de comandos que actúan en Kurdistán” pero “en contra de la vinculación de Irak a Al Qaeda —dice su editorialista— hay que subrayar el carácter esencialmente antagónico del fundamentalismo religioso con la dictadura laica de Sadam”. ¿Acaso no tienen también un carácter fundamentalista religioso los que en Israel asesinan a los judíos inmolándose por Alá y, sin embargo, El Mundo admite que Sadam los financia? ¿Cómo un diario puede mostrar, ya no desconocimiento, sino tal ingenuidad sobre los vínculos que se dan entre las diferentes formaciones terroristas?.

El IRA tuvo relaciones con los terroristas colombianos, estos las han tenido con ETA, esta ha mantenido reuniones con Al Quaeda y ésta, no sólo tiene lazos con todos los grupos terroristas que actúan en Israel, sino que ha hecho suya su “causa”. Y sin embargo lo que le tranquiliza a El Mundo es el “antagonismo” entre el carácter laico de la dictadura de Sadam y el fundamentalismo religioso de Al Qaeda...

Aunque es evidente que Bin Laden mete en el mismo saco de los infieles tanto a judios como a “cruzados”, ¿sería menos derrocable Sadam por el hecho de finaciar a terroristas que se dedicaran exclusivamente a matar judios? Ahora que Ansón recoge velas en este asunto, le releva Pedro Jota. Menos mal que en estcuestión Aznar no sigue ni a uno ni a otro. Luego los dos dirán que la culpa sólo la tiene El País... Lo cierto, sin embargo, es que una vez más, la necedad y la perversidad sirven la misma causa.

Resumen de prensa

Los titulares más destcados de todas las portadas de prensa de este jueves hacen referencia a Irak y al discurso de Bush sobre el Estado de la Unión. El Mundo destaca que el Pentágono admite que ya hay tropas estadounidenses en el norte de Irak. El de ABC asegura que el Gobierno español revela que conoce las pruebas que Bush presentará contra Irak. El titular de La Razón considera que “se extiende el miedo en el mundo tras el discurso de Bush. El País dice que “Bush prepara a EE UU y al mundo para una guerra inminente en Irak. Finalmente, La Vanguardia considera que “Bush inicia la cuenta atrás para la guerra”.

Con mucho menor relieve, pero presente en todas las portadas, aparece también la noticia de que Telefónica y Sogecable firman la fusión pero recurren cinco condiciones ante el Supremo.

Noticias relacionadas con la seguridad ciudadana y el terrorismo completan la información que muestran las portadas. El Mundo destaca a dos columnas que “mil policías protegen Fitur tras descubrirse que ETA contaba con información sobre la feria”. ABC asegura que “el cura de Maruri figura en documentos intervenidos a un etarra fugado en Francia”. El País destaca que el número de delitos en las ciudades aumentó un 5,4% en 2002”. Finalmente, La Vanguardia asegura a cuatro columnas que “la policía cree haber identificado al asesino del parking del Putxet”.