L. D. / EP.- El ex cantante "acogió" a Camacho como novio de su hija, entraba en su casa como tal, y un día le propuso nombrarle director general de Gescartera Holding, cargo que aceptó ya que, según dijo, estaba "cansado de giras". "Era un tío fenomenal", agregó en alusión al principal imputado por el caso.
Camacho nunca le propuso que se dedicara a captar clientes, aunque cree que quizá pensó en ofrecérselo, pero adelantó que habría dicho que no. Ni siquiera invitó a invertir en Gescartera a ninguno de los artistas que representa. "En mi vida se me pasó por la cabeza", enfatizó.
Agregó que, pasado mes y medio, se sentía "desplazado" y "aburrido" de leer periódicos, por lo que decidió abandonar. "Yo era casi un florero --reconoció--. Iba intermitentemente, no tenía horario, acudía a alguna comida o alguna reunión. Mi cometido era saber de qué iba todo ese embrollo, un mundo que no conocía y que no entendí. Por ello al segundo mes lo dejé, ya que me encontraba perdido".
Preguntado si en ese tiempo no desconfiaba de lo que veía en Gescartera, respondió que todo le parecía "estupendo". "Cómo iba a desconfiar de una empresa en la que estaba la ONCE, la Iglesia, las Fuerzas Armadas, la hermana del secretario de Estado de Hacienda (Pilar Giménez-Reyna)", comentó.
De Pilar Giménez-Reyna, presidenta de Gescartera, dijo que era "persona de confianza" de Camacho, que tenía su propia cartera de clientes, que "daba órdenes" y que era una "parte muy importante". Le ha sorprendido su encarcelamiento y cuando se le recordó que también ella había asegurado no tener capacidad de gestión en la agencia de valores, respondió que "las comparaciones son odiosas".
También explicó su cargo como asesor del presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, recalcando que un día se puso a disposición de su comunidad autónoma para contribuir con su "experiencia". Le remiteron a la directora general de proyectos, Amparo Flores, a quien le propuso, si Zaplana lo veía bien, ser nombrado como asesor, "sin cobrar una peseta". Días después esa misma mujer le llamó y le anunció su nombramiento como asesor musical y artístico, lo que se produjo oficialmente en febrero de 2000.
El nombramiento lo interpretó como un gesto de reconocimiento a su trayectoria, pero reconoció que su actividad como asesor fue nula porque nadie le llamó jamás para pedir asesoramiento, y ni siquiera se hizo una tarjeta con mención a ese cargo.
Nunca conoció a Enrique Giménez-Reyna, ex secretario de Estado de Hacienda, ni a Pilar Valiente, ex presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y cuya dimisión dijo que le sorprende. Sí estuvo en una comida con Camacho y Antonio Botella, director de Supervisión de la CNMV, y otro técnico de la CNMV, ante quienes fue presentado como futuro presidente del holding.
Sobre Luis Ramallo, dijo que era "un buen amigo" de Camacho y que les puso en contacto con un grupo bancario (Hipobank) que estaba interesado en la compra de Gescartera.
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Camacho nunca le propuso que se dedicara a captar clientes, aunque cree que quizá pensó en ofrecérselo, pero adelantó que habría dicho que no. Ni siquiera invitó a invertir en Gescartera a ninguno de los artistas que representa. "En mi vida se me pasó por la cabeza", enfatizó.
Agregó que, pasado mes y medio, se sentía "desplazado" y "aburrido" de leer periódicos, por lo que decidió abandonar. "Yo era casi un florero --reconoció--. Iba intermitentemente, no tenía horario, acudía a alguna comida o alguna reunión. Mi cometido era saber de qué iba todo ese embrollo, un mundo que no conocía y que no entendí. Por ello al segundo mes lo dejé, ya que me encontraba perdido".
Preguntado si en ese tiempo no desconfiaba de lo que veía en Gescartera, respondió que todo le parecía "estupendo". "Cómo iba a desconfiar de una empresa en la que estaba la ONCE, la Iglesia, las Fuerzas Armadas, la hermana del secretario de Estado de Hacienda (Pilar Giménez-Reyna)", comentó.
De Pilar Giménez-Reyna, presidenta de Gescartera, dijo que era "persona de confianza" de Camacho, que tenía su propia cartera de clientes, que "daba órdenes" y que era una "parte muy importante". Le ha sorprendido su encarcelamiento y cuando se le recordó que también ella había asegurado no tener capacidad de gestión en la agencia de valores, respondió que "las comparaciones son odiosas".
También explicó su cargo como asesor del presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, recalcando que un día se puso a disposición de su comunidad autónoma para contribuir con su "experiencia". Le remiteron a la directora general de proyectos, Amparo Flores, a quien le propuso, si Zaplana lo veía bien, ser nombrado como asesor, "sin cobrar una peseta". Días después esa misma mujer le llamó y le anunció su nombramiento como asesor musical y artístico, lo que se produjo oficialmente en febrero de 2000.
El nombramiento lo interpretó como un gesto de reconocimiento a su trayectoria, pero reconoció que su actividad como asesor fue nula porque nadie le llamó jamás para pedir asesoramiento, y ni siquiera se hizo una tarjeta con mención a ese cargo.
Nunca conoció a Enrique Giménez-Reyna, ex secretario de Estado de Hacienda, ni a Pilar Valiente, ex presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y cuya dimisión dijo que le sorprende. Sí estuvo en una comida con Camacho y Antonio Botella, director de Supervisión de la CNMV, y otro técnico de la CNMV, ante quienes fue presentado como futuro presidente del holding.
Sobre Luis Ramallo, dijo que era "un buen amigo" de Camacho y que les puso en contacto con un grupo bancario (Hipobank) que estaba interesado en la compra de Gescartera.
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