Ibon Muñoa fue quien dijo a la Policía dónde estaba el etarra “Txapote”

Según informan fuentes de la lucha antiterrorista, "Txapote", detenido el pasado 22 de febrero en la localidad francesa de Anglet, es considerado por las fuerzas de seguridad como el "líder más importante de la banda terrorista en mucho tiempo". De ahí la importancia de su detención, ya que, aunque García Gaztelu puede ser sustituido en el "organigrama" de la banda, nadie en ETA cuenta con su condición de liderazgo en los últimos años.

La caída de García Gaztelu se produjo a raíz de la detención de tres jóvenes activistas presuntamente vinculados con el intento de robo de una troqueladora en Irún en noviembre de 1999 para fabricar matrículas, aunque en un principio las fuerzas de seguridad creyeron que pretendían secuestrar al dueño de la máquina. En su declaración, los detenidos facilitaron el nombre del ex concejal de HB Ibon Muñoa, dueño de una empresa de automóviles y de matrículas y que vivía cerca de la estación de ferrocarril de Ermua.

Muñoa, quien habría colaborado con "Txapote" y otros presuntos etarras para que se llevara a cabo el secuestro de Miguel Angel Blanco, fue arrestado el 18 de octubre del año pasado en Eibar y declaró que se había encontrado con "Txapote" en la localidad francesa de Anglet. Desde entonces, la Policía estableció una estrecha vigilancia en esa localidad durante varios meses hasta que García Gaztelu fue localizado y arrestado el pasado día 22 de febrero por la Policía gala.

Gaztelu diseñó el nuevo modelo de comandos

García Gaztelu se opuso frontalmente a la tregua que la banda terrorista declaró en septiembre de 1998, pero cuando el alto al fuego se rompió, "Txapote" tomó más poder en la organización y "mandó aún más que antes". Las Fuerzas de Seguridad atribuyen al jefe de los comandos de ETA la autoría material de los disparos contra Miguel Angel Blanco y su participación en los asesinatos del ex dirigente socialista Fernando Múgica y de los ediles del PP del País Vasco Gregorio Ordóñez y Manuel Zamarreño. La ofensiva terrorista de la banda que se inició el pasado año con el asesinato en Madrid, en enero, del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, y que se intensificó en el verano y el otoño, fue dirigida y ordenada por "Txapote".

Durante los quince meses de tregua, García Gaztelu analizó las causas por las que caían los comandos de la banda y por qué se producían las detenciones de etarras y comprobó, según las mismas fuentes, que el "punto débil" de la organización era el aparato logístico. Fue entonces cuando "Txapote" decidió unificar los aparatos logístico y militar para que los miembros de los comandos pudieran actuar con las mayores medidas de seguridad posibles. Así, García Gaztelu estableció un nuevo sistema de comandos, formado cada uno de ellos por tres miembros liberados (a sueldo de la banda).

De esta manera y por regla general, la acción la perpetraban dos de los terroristas y el otro quedaba en la "reserva", tal y como ocurrió en el "comando Barcelona". Así se conseguía que nunca cayeran juntos los tres integrantes del comando y que quedara uno de ellos para facilitar la información a la dirección y "limpiar" los pisos que utilizaban y el resto de la infraestructura.