la turista estaba cegata perdía ¿no? porque para no ver el pedazo de cristal gordo que tiene enfrente el cuadro es que hay que estar fatal. Además es un atentado muy sofisticado, puesto que le lanzó una taza de té, con lo fácil que hubiera sido escupirle, precocuparse por coger una taza, preparar un té y llevarlo hasta el museo,desde luego que hay gente "pa tó".
Y qué culpa tiene de nada la Mona Luisa, ¿acaso se sospecha que es familia de Zapatero?
Equality: y todo eso para ver la bobalicona sonrisa de la Gioconda, que se puede ver mejor en cualquier foto descargada en internet.
Tal vez se mosqueó por el poco tiempo que dejan para observar la obra al común de los borregos en fila india, a los que el bedel o bedela no deja detenerse, ni hacer fotos sin flash. Si alguien hace la cuenta esos 8,5 millones de visitantes tienen algo menos de 2 segundos de tiempo material para contemplarla detenidamente, y como digo no dejan detenerse a nadie. Por no hablar de la escasa iluminación de la sala, la elevada algura a la que está colocada, encajonada y con la escasa luz que deja pasar de ida y vuelta el cristal blindado. Es en lo que menos merece la pena perder el tiempo de ese museo.