Lamentable. Pero ¿será el caso del bobo solemne si pierde las siguientes elecciones?
Ese es el peligro de encumbrar a la fama a un adolescente, sobre todo si, como en este caso, permanece 7 años seguidos saliendo por la tele, viviendo el sueño de la popularidad, el dinero, el reconocimiento público, etc... En cuanto deja de salir por la caja tonta se acaba el sueño y, de la noche a la mañana, se vuelve a convertir una joven anónima del montón.
A lo bueno es fácil acostumbrarse. A lo contrario no.