Hace unos meses, el británico sugirió a Fernandes que si pierde el reto, su amigo "podría venir y trabajar para mí como azafata de Virgin". El malasio acepta la apuesta, siempre que Branson haga lo propio si finalmente Lotus queda por delante de la escudería británica.
"Nuestros clientes estarán encantados de ser atendidos por un Caballero del Imperio Británico. Pero conociendo a Richard, el auténtico reto sería impedirle que les pregunte: '¿Café, té o yo?'", comentó con sorna Tony Fernandes sobre el poder de seducción del multimillonario.
El dueño de Air Asia es también jefe del equipo Lotus, que el próximo año regresará al campeonato mundial de Fórmula Uno tras 16 años de ausencia, gracias al patrocinio del Gobierno de Malasia y con el italiano Jarno Trulli como uno de los pilotos.