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Polanski, liberado y trasladado a su casa en Suiza para cumplir arresto domiciliario

El cineasta franco-polaco Roman Polanski, encarcelado en Suiza desde hace más de dos meses, ha sido liberado y trasladado al chalet que posee en la estación de esquí de Gstaad, para cumplir arresto domiciliario, según ha confirmado a Efe el portavoz del ministerio de Justicia suizo, Folco Galli.

El portavoz asegura que el realizador se encontraba en el segundo de los dos coches con cristales tintados que entraron en el garaje de la vivienda de Gstadd poco antes de la 1 de la tarde (12.00 GMT).

"Sí, Roman Polanski ha quedado hoy libertad condicional y ha sido transferido a su chalet de Gstad para quedar en arresto domiciliario", afirma Galli en conversación telefónica con Efe desde la sede del ministerio en Berna.

Una vez instalado en su casa, las autoridades procederán a colocarle un brazalete electrónico en el tobillo, una de las diversas medidas de seguridad establecidas para evitar que se fugue.

Tras diez semanas en la cárcel, Polanski tendrá libertad de movimientos dentro de los 1.800 metros cuadrados de su residencia, pero no podrá salir del recinto, y en caso de que lo hiciera tanto el brazalete, como el sistema de alarma establecido alrededor de la vivienda darían la alerta.

Precisamente, una media hora antes de que llegara el realizador, un vehículo de la empresa de seguridad que ha establecido el sistema de control entró en el garaje de la casa, el mismo recorrido que posteriormente realizó una furgoneta de una compañía de cáterig.

En la casa ya lo esperaban su esposa, la actriz francesa Emmanuelle Seigner, y sus dos hijos: Morgane, de dieciséis años, y Elvis, de once.

Polanki quedará confinado en su residencia de Gstaad -localidad conocida por ser una lujosa estación de esquí donde familias adineradas y personalidades del medio artístico tienen residencias-, a la espera de que las autoridades de Suiza decidan si aprueban o no una demanda de extradición de Estados Unidos.

Todas las medidas de seguridad adoptadas, así como la elevada fianza que se le pidió para salir de prisión (3 millones de euros), se deben a que los jueces suizos consideraron que en este caso existía un "elevado riesgo de fuga".

El cineasta tiene pendiente desde 1978 un proceso judicial en Estados Unidos por haber mantenido relaciones sexuales con una menor, quien años después retiró los cargos en su contra y más de una vez ha declarado públicamente que ha perdonado a Polanski y que no cree que se le deba seguir persiguiendo.

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