Como todo el chismorreo nacional, el lío ocurrió en Sálvame. Allí acudió una familiar de Letizia, Amelia del Valle, que es prima del padre de la princesa, -parentesco cercano donde los haya-.
La mujer hizo lo convenido: contar intimidades y tontunas sobre la vida de Letizia, y la cosa quedó ahí. Más leña al fuego contra la Casa Real, después de la parodia de los príncipes.
Y como a Telecinco le encanta estirar las cosas como los chicles, siguieron hablando del tema durante horas después, días... Y allí aparece Jaime Peñafiel, a cumplir con su cometido: atizar a la princesa. El periodista recibió un mensaje en su móvil en el plató del circo Sálvame –nadie apaga nunca los móviles en directo, todo el mundo lo sabe- y contó el contenido. Peñafiel dijo que a la Reina no le había gustado nada la presencia de la prima Del Valle, y en prevención de futuras apariciones, exigió a Letizia que emitiera una nota a sus familiares para que no frecuentaran los círculos televisivos.
Acción-reacción. Minutos después de soltar la bomba, Jorge Javier Vázquez (presentador de la cosa) salía en pantalla y anunciaba, con semblante congelado: "La Casa Real desmiente que la Reina Sofía haya obligado a Letizia Ortiz a distribuir este comunicado".
Peñafiel entró entonces por el hilo telefónico, y rectificó claramente: "Soy buen cristiano cuando peco me arrepiento y como soy buen periodista cuando me equivoco o cuando dicen que me equivoco rectifico".
Metió el rabo entre las piernas, muy a su manera: "Si es palabra de Reina, palabra de Reina queda. Rectifico en nombre de la Reina pero mi fuente es la que es y como todo el mundo ha visto ha venido en el móvil furtivamente", dijo.