No hay manera de que los actores y directores españoles reconozcan que si no gustan sus películas es porque son malas. La última excusa para que las salas que exhiben cine español estén vacías se le ha ocurrido a la actriz Marisa Paredes, que ha opinado que el cine español no cuenta con un respaldo del público porque está en la "picota" desde que los profesionales del sector apoyaron el "No a la guerra" de Irak y boicotearon el último gobierno de Aznar.
Aunque la ex directora de la Academia del Cine reconoce que el cine español siempre se ha visto superado por el norteamericano a la hora de obtener el favor del público, considera que desde que los profesionales se manifestaron en contra de la guerra y del PP, muchos se han visto envueltos en una "penalización" por parte de un sector de la sociedad. Marisa Paredes confió en que los jóvenes “tengan su propia conciencia” para que no se dejen influir por “gustos anteriores” y por “odios recientes” que les “alejen” del cine español.
La actriz también ha subrayado que en el cine, como en otros ámbitos, "manda la economía". En este sentido, Paredes se lamenta de que "se estrena poquísimo cine europeo", mientras que el norteamericano invade las pantallas, lo cual se debe a que "hay acuerdos previos económicos que son los que mandan a nivel mundial".
Según matiza la actriz, el 90 por ciento de las pantallas son el marco en el que los norteamericanos exhiben sus películas "sean buenas o malas", con una respuesta del público que mayoritariamente es favorable, "englobando" unas y otras películas sin hacer distinciones.
Como ejemplo de esta paradoja, Paredes ha aludido a la "muy buena adaptación" realizada por Arturo Ripstein de la obra de García Márquez "El coronel no tiene quien le escriba", en la que ella trabaja, que no ha llegado a tener el éxito de taquilla de otras adaptaciones de García Márquez realizadas por los norteamericanos que "no decían nada".
Por otra parte, Marisa Paredes, preguntada por el efecto que puede tener el nombramiento de Ángeles González Sinde como ministra de Cultura, no ha dudado en subrayar que es una "buenísima noticia", porque, se trata de una "mujer inteligente, con sensibilidad y que conoce no sólo el cine, sino el arte en toda su dimensión".
Paredes también ha valorado que González Sinde es una "mujer que está muy al día" y la "valentía y el coraje" con la que ha escogido su "grupo de colaboradores", porque, a su juicio, lo importante en un ministro no es que sepa de todo, sino que se rodee de quien mejor le pueda asesorar.
"Si le van a atar las manos o no, espero que ella se las desate", ha añadido Marisa Paredes, quien ha insistido en que quien sí ata la manos es la industria norteamericana, que "para vender una buena película" cuyo éxito esta asegurado "te obliga a adquirir un lote".
"Eso tiene que ver con la economía, es una presión ante la que o te defiendes o te achantas", reconoce Paredes.