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Los privilegios de Sonsoles en la "jaula" de la Moncloa

Pocas veces aparece la mujer de Zapatero en los medios, pero cuando lo hace suscita polémica. Bajo el argumento de ser muy celosa de su intimidad, Sonsoles Espinosa ha protagonizado ausencias y plantones sonados. Sin embargo, sí disfruta de los privilegios de ser mujer del presidente.

El reportaje de Vanity Fair desvelando facetas de la personalidad de Sonsoles Espinosa – sus inquietudes, pero sobre todo sus temores–, ha levantado polvareda. Fundamentalmente, una de las confesiones que amigos suyos de León han hecho a la revista: "En Madrid se siente como una sartén hirviendo".

Sus palabras reflejan a una Sonsoles angustiada en su papel de consorte del presidente. Pero dicha percepción queda en entredicho si se repasan los seis años de Sonsoles como mujer del presidente del Gobierno, privilegios incluidos:

De viajes y excursiones ha disfrutado Sonsoles Espinosa. Su amiga, la diseñadora Elena Benarroch decía en el comentado reportaje en Vanity Fair: "Adora caminar por los bulevares de París, incluso se siente más libre en Barcelona que en la capital. Una de las ventajas que tiene el coro para ella es que le permite viajar de manera anónima por el mundo".

Ahora, sus íntimos retratan a una mujer casi ahogada entre los muros de la Moncloa, que añora sus tiempos de anonimato en una ciudad de provincias.

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