L D (EFE) Los más de 1.400 europeos consultados por la firma aseguran que los famosos "black cabs" londinenses son los más seguros, tienen al volante a profesionales que conocen la ciudad a la perfección y saben qué camino tomar en cada momento para evitar un atasco.
A pesar de ello, los usuarios lamentan el elevado precio de las carreras, que difícilmente bajan de las 10 libras (11,3 euros) en un recorrido medio de un par de kilómetros por el frecuentemente congestionado centro de la capital.
El sondeo revela que los taxistas londinenses son vistos como los más simpáticos, mientras que los parisinos se llevan el premio a la antipatía y los atenienses ganan el galardón para los coches más sucios. Asimismo, los entrevistados creen que los peores taxistas son los de Nueva York, criticados por el escaso conocimiento que poseen de las calles de la ciudad.
El presidente de la Asociación de Taxistas del Reino Unido, John Thomas, mostró su satisfacción ante estos resultados y resaltó el duro proceso de entrenamiento que los conductores deben seguir antes de ponerse al volante de un "cab". "Los taxistas de Londres –explicó Thomas– tardan tres años en completar su formación profesional, algo que es vital para ofrecer el mejor servicio al cliente: eso es lo que hace que los taxis de Londres destaquen sobre los de otras grandes ciudades".