La Infanta Elena y Jaime de Marichalar, Duques de Lugo, han acordado este miércoles el divorcio de su matrimonio con la firma del correspondiente convenio regulador y "mantienen una fluida interlocución en todo lo referente al interés común de sus hijos".
Según informan sus abogados en un comunicado conjunto, ambos "testimonian el afecto y consideración que por Don Jaime siente la Familia de Su Alteza Real la Infanta, como ha sido así a lo largo de estos dos últimos años". Además, el comunicado precisa que Doña Elena y Jaime de Marichalar han suscrito el convenio regulador de los efectos de su divorcio "de mutuo y común acuerdo".
Fuentes jurídicas que han participado en este proceso han explicado a Efe que ya se ha iniciado el trámite de este convenio a través del correspondiente juzgado y han subrayado la necesidad de no desvelar los términos concretos del acuerdo para proteger a los hijos, menores de edad.
Este mismo miércoles se recibió con extrañeza la noticia de que la Reina doña Sofía no iba acompañará al Rey a Malta pese a que esa era su intención. Saltaron los rumores ya que la cancelación se hizo con sólo cinco horas de antelación; aunque nadie apuntó a que el motivo fuera que el divorcio de su hija la mayor y Jaime de Marichalar iba a hacerse público durante la jornada. Según fuentes del Palacio de la Zarzuela, Doña Sofía estaba indispuesta.
"Cese temporal de la convivencia"
El divorcio real se produce tras doce años de matrimonio. Aunque los rumores sobre su separación sonaban con fuerza desde hacía meses, la noticia no saltó hasta noviembre de 2007 cuando la edición digital del diario La Vanguardia aseguraba que la infanta Elena y su entonces esposo,Jaime de Marichalar, "querían darse un tiempo para meditar sobre su futuro matrimonial pensando siempre en el bienestar de sus hijos", Felipe y Victoria de Marichalar, y en su condición de miembros de la familia real.
Poco después Zarzuela confirmó lo que hasta entonces no era oficial. Los Duques de Lugo habían convenido el cese temporal de su convivencia matrimonial.
A raíz de su separación, Jaime de Marichalar permaneció en el que fue domicilio conyugal, mientras que Doña Elena se trasladó a una nueva residencia junto a sus dos hijos. Hasta hoy, Jaime de Marichalar se ha encontrado en algunos actos públicos con los Reyes, que siempre se mostraron muy cariñosos con él.
Desde entonces, aunque su relación ha sido siempre cordial, la reconciliación era una idea que perdía fuerza cada día que pasaba. El pasado día 14 volvieron a saltar las alarmas. El diario El Mundo informaba que el divorcio de los duques de Lugo estaba a punto de anunciarse y que los abogados de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar ultimaban un acuerdo. La Casa del Rey, como es habitual, ni confirmó ni desmintió la noticia. Hoy, ambos dejan de ser marido y mujer.